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lunes, 27 de agosto de 2018

Sánchez, en su contradicción

A ver si el Gobierno se va aclarando y, por fin, esta es la definitiva, la decisión de defender al juez Llarena ante los tribunales corruptos belgas de la demanda que le ha presentado el prófugo y cobarde "hombre bajito y cabreado", el golpista catalán. Confiamos en que sí, que sea realidad la aseveración de la ministra de Justicia en el sentido de que defender los intereses de España pasa por la defensa del juez. Porque, vamos, por Dios, vaya casi una semana de contradicciones que nos viene proporcionando elPresiSánchez con este caso.
Estaba clarísimo, no tenía vuelta de hoja, que la decisión última tenía que ser la defensa del juez Llarena. Miren si le ha sentado mal a elPuchi que hoy no ha crecido del cabreo que tenía, más cabreo que el habitual. ¡Pues que se lo tome tres veces! Clama el hombre bajito al cielo, porque para ello, para defender a Llarena, el que lo va a empapelar como se le ocurra pisar suelo patrio, se va a utilizar dinero público. Y lo dice el sinvergüenza del partido del "tres por ciento", que se ha llevado cientos de millones de euros, que estaban destinados para los ciudadanos catalanes.
Tanto elPuchi como el nazi que se encuentra al frente de la Generalidad y a su ínclito amigo podemita elPabloManué les ha sentado como una patada en salva sea la parte. Acusan a elSánchez de dar un giro en la línea que venía siguiendo. Claro, no es para menos, les daba todo lo que le pedían, tal cual como si fuera un rey mago. Pero no se crean, no, que Sánchez ha accedido a la protección de Llarena por parte del Estado, porque han sido muchas y fuertes las presiones recibidas, incluso de los Jueces para la Democracia, la asociación judicial más afín a laPesoé, que, como elPaís, lo saben todo y en todo llevan la razón.
También les ha sentado mal, pero que muy mal al nazi y a la voz de su amo el que el fiscal haya abierto diligencias contra los mocetes de la Escuadra -la policía política de la Generalidad-, por identificar y señalar a las personas que retiran de la vía pública los lazos amarillos, es decir "la marrana-da". Se les puede caer el pelo, a los mozos y a quienes los "atizan" para amedrentar y amenazar con multas de hasta treinta mil euros.
Entre los identificados se encuentra el periodista y escritor Arcadi Espada. Él y otros pintaron de rojo los bordes de un lazo, con lo que resultó ser la bandera de España. Los mocetes que acudieron en tres vehículos -como si de terroristas se tratara- al lugar de los hechos -un jardín de Lamella de Mar- estaban rabiosos. Pero, solo pudieron identificar al periodista, un bicho, y a sus acompañantes, otros bichos, como los definió el alcalde de la localidad. Rabia incontrolable la del alcalde, que fue quien informó de lo que estaba sucediendo, con lo que reveló secreto policial oficial. Ya veremos las consecuencias para la rata del ayuntamiento.
Son mala gente, con muy mala entraña, estos independentistas. Ahora tras la brutal agresión por parte de un separata a una señora que retiraba lazos, la "marrana-da", quieren los indepes minimizar la agresión del animal, por extensión a otros de su calaña como violentos y antidemócratas. Hasta tal punto profanan la verdad que hasta dicen que jamás se ha producido tal agresión y que si sí no lo fue por motivos políticos. Hasta los "apesebraos" periodistas -o lo que sean- del periódico del conde de Godó califican el hecho como un "incidente". Sinvergüenzas, sí que lo son los de este periódico.

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