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domingo, 23 de septiembre de 2018

Disensión en el Gobierno de Sánchez


De momento, todavía no. Habrá que esperar unos días, no muchos, probablemente, para que en el Ejecutivo de elPresiSánchez salte la chispa de la disensión. O no. ElPresi ya ha lanzado por delante a la delegada gubernativa en Cataluña, laSeñáCunillera. Le ha mandado soltar lo del indulto para los golpistas, una vez que sean condenados, y que ellos lo soliciten. Una manera de palpar lo que se cuece por ahí y por entre los integrantes del Consejo de Ministros. Con lo del indulto Sánchez amortigua un poco las exigencias del nazi catalufo, aunque los golpistas apuran a tope para que éste ordene a la fiscalía –la fiscala- para que no sean juzgados los golpistas por rebelión.


En cualquier caso, los golpistas siguen ganando tiempo para otros menesteres y distrayendo a Sánchez, al que, en el momento en que menos lo espere, le armarán la envolvente. De momento están logrando que en el Gobierno de Sánchez se instaure la disensión y entre los españoles el cabreo, que va en aumento contra los golpistas y contra el propio Sánchez. Un batiburrillo, vamos. A río revuelto, ganancia de pescadores; en este caso, de oportunistas.

Por un lado, están los ministros que se inclinan por  que los políticos presos puedan estar en libertad condicional, como laMaricheli –la que se murió Dios por ella-, la vicepresidenta –laMentirosa-, Carmen Calvo, incluso Borrel, elFalsete. Por otro, nos encontramos al jefe de los socialistas catalanes, que aparenta también ser el jefe de Sánchez, fray Bailón, Iceta, y la delegada Cunillera, partidarios del indulto; con estos últimos, se supone, que también Sánchez, porque, si no fuera así, a la paleta Cunillera ni se le habría pasado por la imaginación lo del indulto, ni eso, ni nada.

A lo que aparenta, el ministro de los Exteriores, Borrel, se le están hinchando las narices de tanto compadreo de Sánchez con el de cromañón, elQuinito. Dicen que se lo cuenta a todo aquel que se lo quiere escuchar: Sánchez está dando demasiado carrete a los golpistas, y cuando se quiera dar cuenta los golpistas estarán fuertes, serán, de hecho ya casi log son, los dueños de la calle y difícilmente se les podrá parar cuando se dicten las sentencias por el Golpe de Estado. Entonces, no habrá amigos, ni amiguetes. Habrá lo que sólo se puede esperar de una situación que cada día más se le está yendo de las manos a Sánchez. Habrá el caos.

No obstante, y aunque Borrel aparente estar muy “cabreado” con la actuación de Sánchez para con los golpistas, el asunto sigue sin estar claro. Bien es cierto que Borrel ha defendido por el mundo –más que el presidente del Gobierno- la democracia y la Justicia españolas y a los administradores de la misma, o sea a los jueces y, en particular, al juez Llarena Sería absurdo que se le concediera a los delincuentes el indulto o que se accediera a que el Gobierno instigara a la Fiscalía para que se levante el delito de rebelión. Estaríamos haciendo un pan como unas “ostris”, porque si se les va a juzgar por el de malversación, ya tendríamos aquí, desde hace tiempo, hasta a “el hombre bajito y cabreado”, elPuchi.

Cabe, no obstante, la posibilidad de que este batiburrillo de declaraciones de unos y otros miembros del Gobierno sea tan sólo un entramado más de los que se montan los de laPesoé. Conociendo cómo se comportan los dirigentes de laPesoé –sean quienes sean en un momento determinado- no es de extrañar. Están ganando tiempo, distrayendo al personal con lo que aparenta ser una “guerra” interna y lo que están logrando es ganar tiempo, su tiempo, ante la ciudadanía. Si quieren, llamémoslo otra cortina de humo. O no. Pero, sinceramente, no son gente de fiar. O algunos sí.




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