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domingo, 16 de septiembre de 2018

Hablar español en España


La manifestación reivindicativa de la asociación “Hablamos Español” no pudo concluir su recorrido donde tenía previsto, la Plaza de la Universidad, en Barcelona. Los indeseables secesionistas de los CDRComités de Defensa de la República- lo impidieron. Estos independentistas, que se autocalifican de demócratas y pacíficos, tomaron la plaza y cortaron los accesos a la misma para que los que hablan español no pudieran expresar su oposición a la inmersión lingüística, que más que inmersión es una imposición de los independistas, el odio de estos contra todo lo que signifique España.

Estos secesionistas no respetan nada, ni a nadie. Los manifestantes tenían todos los permisos para realizar su recorrido, pero se vieron forzados a desviarlo para terminar en otra plaza cercana, ante la presencia masiva, como siempre, de estos cobardes que todo lo hacen en grupo, en manada. Pero, si cabe, más dramática fue la advertencia que un jefe de los Mocetes de la Escuadra le hizo a la presidenta de la asociación “Hablamaos Español”, en el sentido de que si los manifestantes accedían a la plaza todo terminaría en “una batalla campal”.
¡Manda huevos! Si es que no se sabe si los que tomaron realmente la Plaza de la Universidad fueron los mocetes de la Escuadra –cuerpo policial, que ya debería estar disuelto- o los secesionistas –los que se creen pacíficos y demócratas­-, o es que, en realidad, son todos los mismos. Porque, hombre, si los buenos tenían los permisos, lo más lógico y natural es que los de la Escuadra los hubieran protegido. Pero, no. Está visto, y más que comprobado, que los malos pueden campar a sus anchas, con total impunidad, por Cataluña y que los mocetes de la Escuadra o les tienen miedo o son sus compinches. ¡A ver, que demuestren lo contrario!
Mientras que el Gobierno de España, ahora ocupado y preocupado por la tesis de elPedroQué? no lo remedie así es y seguirá siendo. Sólo hay que ver por dónde va la línea de elPresiSánchez. Antes lo expresó el ministro falsete, Borrel –el que afirma que Cataluña es una nación-, y le ha sobrado tiempo a la ministra, catalana, Maricheli –ya saben, la que se murió Dios por ella- para lo mismo. Preferirían que los políticos golpistas presos estuvieran en libertad. A este deseo se irán uniendo, seguro, otros ministros, lo que es una manera de presionar y coaccionar al poder judicial. Aunque algún destacado dirigente socialista catalufo, ha ido todavía más allá y ya pidió hace tiempo la amnistía para los políticos presos. Fray Bailón Iceta terminará calificándolos como presos políticos. Al tiempo.
Jó, para Maricheli, Es un fastidio, a ver, jobar, es que así no se puede negociar políticamente. Pero, claro, si se presume de político, hay que pencar con esas y con otras más difíciles. Si no, no tiene ni gracia ni mérito. Pero, está visto, Maricheli no lo entiende; no le llega para más. Insiste, insiste y no se da cuenta, como Sánchez, de que la envolvente de los golpistas se va tupiendo cada día que pasa, y van ganando tiempo, mientras distraen al Gobierno Sánchez, que ni aplica el 155 en Cataluña, ni convoca elecciones Generales en España, pero sí da por concluida –como Blas- la crisis de su tesis doctoral; por supuesto, nos quedaremos sin sus explicaciones en sede parlamentaria.

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