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jueves, 20 de septiembre de 2018

La nota de las niñas


Anda, que como sea cierto lo que corre entre el personal de La Moncloa, era lo que le faltaba a elPresiSánchez. De lo que en principio era una sospecha, parece que va tornándose en realidad: que la nota que Sánchez se encontró entre los papeles cuando celebraba un Consejo de Ministros, en la que sus niñas -de diez y doce años- le escribieron que lo querían y le ponían corazoncitos y esas cosas tan tiernas, pues parece que no fueron las autoras las niñas, sino que resulta que hubo intervención y manaza de Begoñita, la su esposa, la mujer de rojo.
Eran tiempos difíciles para Sánchez. Acababa de saltar el escándalo de la tesis doctoral y el nuevo trabajo de su mujer en el Instituto de Empresa. Estaba falto de ánimo. Y le llegó, fíjense, lo de sus dos niñas. Alborozado, elPresiSánchez se lo hizo saber a la prensa, lo de la nota de sus niñas; hasta en este blog nos hicimos eco de ello. Pero, hete aquí que ahora, los que la vieron, están convencidos de que ni el contenido de la nota, ni los dibujos que acompañaban al texto se correspondían en sus trazos con los de unas criaturas de diez y doce años. Conclusión: la mano negra, la de la mujer de rojo, estaba detrás de todo el andamiaje y montaje. Era lo que le faltaba en estos momentos a Sánchez, que también su señora esposa se dedicara a falsear. Siempre hay un roto para un descosido. O lo de dos que se acuestan en el mismo colchón son de la misma condición.
Jó, si es que estamos rodeados de iletrados. Vaya una tropa. Sánchez niega que haya plagio en su tesis, mientras que las empresas que se dedican a detectarlos dicen que sí, que lo hay, y gordo. Él sigue negando, y al final asiente y dice que si se empeñan los de laPepé lo aclarará todo en sede parlamentaria. Pero, es que no sale el hombre de una y ya está metido en otra. En esta ocasión es El País, el diario que lo apoya en casi todo, el que destapa un "copieteo" en el libro, con título similar a la tesis, que escribió con su socio -menudo socio, Carlos Ocaña- sin citar al autor, sin entrecomillar la cita, de un funcionario del cuerpo diplomático que ofreció una conferencia en la Rey Juan Carlos. A esto, ese su otro socio, el podemita elPabloManué, lo ha calificado de "cutre", de "bastante cutre" y le ha exigido a Sánchez que dé explicaciones.
Eso sí, elPresi tiene sus adeptos y adictos -acaso por lo de no perder un lugar en el pesebre-, y la portavoz socialista en el Congreso, laSeñáLastra, para justificar a su patrón ha declarado que "300 o 500 palabras que no llevan comillas es un plagio... !Por favor!" O esta señora no sabe lo que es un plagio o no ha leído un libro en su vida. ¡Señor, Señor, en qué manos estamos! Sólo que se lea "Así habló Zaratustra", de Nietzsche. Está plagado de citas cortas, de ideas -pero propias-, cada una de ellas un pensamiento, un contenido, una finalidad, etcétera. No le hacen falta al filósofo alemán ni trecientas ni quinientas palabras. Sólo con "choricear" la más pequeña de sus sentencias habría sido un gran plagio. Pues, lo mismo. A ver si lo entiende la señora "portavoza" esta.
Si es lo que le sucede a otra compañera de su mismo gabinete, laSeñáCeláa, a la sazón, ministra de Educación. Ha tenido que hacer frente a los inspectores de Educación que le exigen que se revisen los libros de texto de la comunidad autónoma catalana, pero ella se niega, porque no ve adoctrinamiento en ellos; los inspectores que se los han leído, ellos sí, y requeteleído y elaborado un informe al respecto concluyen que sí, que hay adoctrinamiento. Para colmo, laCeláa se cabrea y sentencia que hacer un seguimiento de esos libros sería como una censura. O sea como la Inquisición. Pues nada, nada, que sigan los golpistas adoctrinando a los niños con sus libros y la ministra tragando.
Si es que no puede ser, lo que no puede ser. Sánchez tendría que haber dimitido ya; él mismo puso como ejemplo a un ministro alemán, que dimitió por menos. Las Señás Lastra y Celáa, igualmente, pero sobre todo por iletradas. Y la viceministra Carmen Calvo otro tanto de lo mismo, pero por mentirosa, que fue la que dijo que el viaje de Sánchez a Castellón estaba previsto como "viaje cultural nocturno". Sánchez la quedó en ridículo declarando que lo de Castellón era "secreto de Estado".



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