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sábado, 13 de octubre de 2018

El plebeyo valiente que salvó al Rey

Vamos, que no fue una equivocación. El matrimonio Sánchez se colocó al lado de los Reyes de España en el inicio del besamanos del Palacio Real, en el Día de la Fiesta Nacional. Convencido. Sólo hace falta leer la información patraña del periódico secesionista del conde de Godó. En un artículo allí insertado se afirma que la culpable de la equivocación de Sánchez fue la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que no se quedó al lado de Sánchez y su esposa, porque, según nos la quieren colar, estaba previsto que junto a los Reyes permanecieran las máximas autoridades del Estado en apoyo al monarca.
La tarde antes se había aprobado en el Parlamento catalán, y a propuesta de los podemitas de elPabloManué, una propuesta en contra del Rey, Felipe VI y la existencia de la Monarquía. A la moción de sumaron los independentistas golpistas, menos los cuperos, que todavía la veían como "blandengue". No la apoyaron los peperos, ciudadanos y los socialistas catalanes. Por la mañana, el presidente que llegó al poder legalmente, pero de manera ilegítima, elPedroQué? , había pactado y firmado con el podemita un acuerdo para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
Los del conde de Godó se inventaron la historia -¡vaya usted a saber de dónde partió el bulo- para salvar a Sánchez de su osadía y atrevimiento, por querer permanecer al lado de los Reyes, a su altura jerárquica, durante el besamanos. La historia, o el cuento, es que existía un acuerdo para que las máximas instancias del Estado (presidente del Gobierno, presidenta de las Cortes, presidente del Senado, presidente del Constitucional y presidente del CGPJ) permanecieran junto a los Reyes arropándolos frente a los secesionistas, golpistas y podemitas ante su afrenta al rey y a la monarquía.
Pero, casualidad de las casualidades, todos esos estamentos estaban allí representados, además de mil personas más (sindicatos, empresarios, representantes de muchísimas entidades estatales). Estaban todos, menos elPabloManué y los podemitas, ni falta que hacía. No es necesario ese cuento que se han inventado desde el periódico secesionista del conde de Godó.
Ni tan siquiera hacía falta, es más sobraba, que La Zarzuela trate de disculpar a Sánchez, no del error protocolario que dicen que fue, sino de las ansias de poder de este hombre, que hará de todo y utilizará  todo lo que esté en su mano para subirse en el peldaño que le falta para igualarse a la altura del monarca. Desde Zarzuela explican que sí que estaba previsto que el matrimonio Sánchez permaneciera junto a los Reyes en tanto se acercaba la gente a los monarcas para iniciar el besamanos. Tuvo que ser un "lacayo", por cierto con arrestos, el que le dijera a Sánchez que su sitio no era ese. A buen entendedor con pocas palabras bastan. Sánchez está jugando con fuego. Y no digo más.
Todo el Gobierno de Sánchez está jugando con fuego, el comportamiento anormal de algunos de sus ministros y las contradicciones entre los mismos. Ahora le toca a la ministra de los Ejércitos reñir a todos aquellos que silbaron y abuchearon a Sánchez cuando llegó y cuando se fue del desfile de las Fuerzas Armadas. Margarita Robles, que parece que está en el alero, quiere congraciarse con Sánchez tras el asunto de la venta de bombas a Arabia Saudí. Lo que la gente expresó en ese momento no es libertad de expresión, a lo que parece para ella, es "falta de respeto" y para esos no hay cabida. Eso que el propio Sánchez se sentía orgulloso de no ser menos que González y Zapatero en lo que se refiere a los abucheos.
Es de imaginar que la ministra estará de acuerdo en que no hay cabida para los que insultan al monarca, queman su fotografía y la bandera de España y todo símbolo español. Estará de acuerdo en que la afrenta del Parlamento catalán -apoyado y propuesto por sus socios- contra el Rey y la Monarquía es algo que falta al respeto y no se debe tolerar.

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