Jopé,
qué manía la de los presis con los niños y niñas. Aquí fue el expresi Rajoy el que empezó nombrando a su niña,
la famosa niña de Rajoy a la que nadie encontraba y que resultó ser la su Sorayita, la exVice. Al fin y al cabo,
ahí quedó la cosa: él defenestrado del Poder
y ella sin saber todavía a qué dedicarse, si a mirar tras los visillos o
jugársela al cinquillo. Pero es que lo de elPresiSánchez
no tiene nombre: ha acogida a una niña de seis años en La Moncloa para nombrarla “presidenta” del Gobierno de España, sólo por un día, ni tan siquiera por un día y
una noche, que no va a cederle la poltrona, así como así, con el trabajo que le
ha costado conseguirla a elPedroQué?
El vídeo
de Sánchez junto a la niña Irene, su tono condescendiente para con
la pequeña, que es niña pero no tonta, resulta totalmente ridículo. El vídeo
roza el paroxismo y la tontuna. Sánchez se aprovecha de una niña para un
anuncio publicitario, político. Mala cosa. Eso es lo peor, la utilización que
hace de la niña. Es menos grave, pero también, el nuevo plagio de Sánchez; se
está aficionando elPresiSánchez a esto de los plagios, que parece que se le dan
bien.
Tras el
plagio de la tesis, de la que no quiere ni que se la mienten, Sánchez ha vuelto
a hacer lo propio con la misma idea que ya utilizaron el expresidente de los United Estates, Obama, y el presidente de Canadá.
¡Joér, que pasada! Da la impresión de que los asesores de imagen y “sonido” de
Sánchez no se enteran o que están atravesando el dique seco de ideas. Porque,
vamos, lo más reciente lo de la niña, pero es que poco antes quiso ser Rey,
hasta apostó por que la su Begoñita
pudiera ser la reina consorte, es doctor con una tesis que – a decir de los
expertos- está repleta de plagios y “más antes”, la fotografía en la que se
presenta a Sánchez con gafas de sol en un avión -¡Mira que le gustan los
engendros planeadores!-, emulando a Kennedy,
ni más ni menos. ¡Casi nada! Un día se nos va a aparecer impartiendo la
bendición “urbi et orbe”. ¡Que el Señor
nos coja “confesaos”!
Como nos
tendría que coger si el expresidente del Tribunal
Constitucional y del Tribunal
Supremo Pascual Sala formara parte del tribunal que presidirá la sala del
juicio contra los políticos golpistas. Está convencido el ex y ex de que no hay
motivos para acusarlos de los delitos de rebelión y sedición. “Imposible” que
pueda ser rebelión lo que se les imputa a los encarcelados y “desplazados” al
extranjero ha sentenciado ya antes del juicio el ex y ex. Lo más, lo más afirma
Sala “tal vez desobediencia”.
Con todo respeto hacia el ex Alto magistrado, da la impresión de que
está hablando de algo sucedido en otro país o, puede ser, que las neuronas le
resbalan. Cuando la Justicia reclama
a alguien y ese alguien desobedece a ese llamamiento y huye, de ese alguien no
se dice que está “desplazado”, sino huido o que es prófugo de la Justicia. Quizá
periferia el exmagistrado Sala que por el hecho de huir, por su desobediencia al
requerimiento del tribunal -que no nos referimos a la de los hechos por los que
serán juzgados los golpistas, además de la rebelión, sedición y malversación de
fondos públicos- se les premie con unos caramelos de usar y tirar, por ejemplo.
Bueno, podría ser, y que se los repartan entre el ex y los delincuentes.
De todas
formas, no opinan así sus ex de profesión. Se mantiene la prisión para los
golpistas. De hecho, justo se cumple un año desde que pusieron entre rejas a
los Yordis. Tempus fugit. Se nos ha pasado volando, oigan.
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