El follador, en TVE

Miren ustedes por dónde apareció "El follador", nada más y nada menos que en la Uno de la tele pública, en hora de máxima audiencia, aunque no sea precisamente la Uno la cadena de audiencia máxima. Llegó al programa de OT, con ganas de subirse allí mismo en su novia, la de la "mariconez". Besos, abrazos y arrechuchos, que incluso desde los salones de casa el personal se ruborizaba y pasaba vergüenza ajena. Se trataba de María, la que no tuvo el mínimo recato en enseñar sus pechos en directo en jornadas pasadas, y de su novio, Pablo.

Más corrido que una mona, el presentador del programa, Roberto Leal, advertía que el "rapao" era el novio y le preguntaba  a Pablo, en pleno directo y en el escenario de la función, qué era lo que más había echado en falta de María en este período de ausencia de la "triunfita". No se lo pensó dos veces: su culo. ¡Válgame Dios! Mientras, seguían los besos, abrazos y tocamientos. Le debió hacer gracia a Roberto Leal la respuesta de Pablo, porque se reía; se reían, los dos. Y ella también.

Metidos en faena, y en continuando los besos y abrazos, no se le ocurre otra cosa  al presentador, Roberto, que preguntarle a Pablo, que qué haría si a la "concursanta" le tocaba abandonar -como así fue-, porque estaba nominada para ello. Se lo puso en bandeja, no lo pensó mucho el tal Pablo: ¡"follar"! Y por si el público no se había dado cuenta, Pablo extendió los brazos, a modo de crucificado, y repitió que "follar", para seguir toqueteando a la su novia, la de las tetas al aire, y tocándole el culo, que tanto añoraba, y repitiéndole constantemente que era, ella, "un mantecón". Para mí que alguien con sesera -no de sexo-, que se dio cuenta de lo que se estaba produciendo y en cómo podía acabar aquello obligó a sacar a "el follador" del plató, que si no, se nos planta allí en cueros. Tal cual.

Joér para que luego venga la señora y dueña de la televisión pública, Rosa María Mateos -que llegó al ente público como elPK a La Moncloa para quedarse- justificando la caída en picado de audiencia, debido a la calidad de la programación y programas; vamos, que la programación es de elite, no como la de las otras cadenas -desde laTres a laSexta-, que le están comiendo los piñones. Ya le vale a laMateos.

Tampoco es que se haya oído mucho griterío -que ni se han "despeinao"- de las feministas, porque si quieren una actuación más machista, en directo, en hora de máxima audiencia y en un medio estatal y con espectadores tirando de entre joven a púber, difícilmente la van a encontrar con tanto condimento. Estarían acostadas, ya, durmiendo ya, por suerte para laMateos, ya. ¡Jéjé! Pero, al día siguiente amaneció -que lo hemos visto todos-, menos para las feministas. Eso parece.

En fin, como tampoco han salido al trapo las feministas, a defender a la médica agredida en Linares (Jaén), precisamente la localidad a la que no se ha atrevido a acudir Susana Díaz a mitinear por allí. La médica fue agredida por un hombre, justo al que iba a tender. Le arreó tal mandoble que casi la queda tiesa, todo porque era mujer y, al parecer, al agresor le parece que las mujeres no pueden ejercer la profesión de galeno. Tampoco se han dejado oír los gritos y ver los desmelenes de las feministas. Menos mal que el Observatorio Nacional de Agresiones, de la Organización Médica Colegial y el Interlocutor Policial Territorial Sanitario (si es que lo hay por esas tierras)  tomarán buena nota del caso. A las feministas se le han pegado las sábanas, una vez más