Ya estamos con
el dilema, y gordo. Tras el reparto que se han hecho laPesoé y laPepé del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), nos encontramos con que acaso,
puede ser, quizá los golpistas no necesiten ya de ni indulto, ni de amnistía.
El juez que iba presidir la sala “juzgadora” del Golpe de Estado se ha dado el piro, se las ha “pirao” a la
presidencia del CGPJ, con la presidencia del Supremo por delante. Como quiera que fuere que el juez Marchena estaba considerado un juez de
derechas o, al menos, conservador y próximo a laPepé, ha dado paso a su sustituto en el tribunal juzgador a su
colega y juez Martínez Arrieta.
Arrieta, miren
ustedes por dónde, es más bien un juez de los denominados o considerados
progresistas, próximo a los de laPesoé
y miembro y fundador de la Asociación de
Jueces Francisco de Vitoria, asociación “progre”. Así que será él el que
presida el tribunal que juzgue a los golpistas y al que, incluso, corresponda
hacer las veces de ponente de la sentencia. El tribunal, para que nos
aclaremos, estará compuesto por siete magistrados, comenzando por él y
finalizando por Susana Polo, del
mismo calado que Arrieta. Por medio,
los demás.
Corriendo los
tiempos que corren, con acontecimientos, a veces, con velocidad de vértigo e
incomprensibles, surge la duda sobre cómo se desarrollará el juicio contra los
golpistas y si se mantendrán las acusaciones de rebelión, sedición y
malversación. ¡Ojo al dato! O si primará la acusación de sedición de la nada
ruborizada y vergonzante Abogacía del
Estado.
Pero, es más. Si
esto puede preverse, aunque no es seguro todavía, resulta incomprensible que laPepé, la que se dice la nueva Pepé renovada, haya accedido a “quedarse”
con la presidencia del Consejo y del
Supremo –donde el juez Marchena va a
estar rodeado de jueces “progres”–como les gusta llamarse a ellos- afines a
laPesoé- y ceder la presidencia del tribunal que juzgará a los golpistas. Pero,
peor aún sería si es laPesoé se la ha colado a laPepé de Casado. Tanto da que da lo mismo. Capicúa.
Tendrán que definirse
los de laPepé. Los pesoístas ya lo hicieron: afirman no haber influido en nada
en las elecciones de los jueces y pretenden que el poder Judicial sea ciertamente un poder totalmente independiente, de
verdad. Bueno, si ellos lo dicen será así. Pero, coñe, eso que elPK y Casado no se hablan, pero sí que
han se han repartido, mitad y mitad, los jueces del CGPJ. Puede que ya se hayan
hecho amigos, aunque todavía no lo hayan expresado en facebuc.
Bueno, menos
mal, y que el no se consuela es porque no quiere, eso que llevamos por delante.
El Tribunal de Cuentas le ha metido
la mano en el bolsillo al impresentable Arturo
Mas y a otros cuantos secesionistas –golpistas, al fin y al cabo-, entre
ellos al chulo Homs, el que se
pasaba por la entrepierna a España y
a los españoles. Prácticamente cinco millones de los de euro tendrán que devolver
a las arcas españolas –aunque luego elPK se los devuelva como obsequio al nazi
de la Generalidad- por el dinero
público que se gastaron en el referéndum del 9N, declarado ilegal por el Constitucional.
Incide la
sentencia en que se gastaron las nacionalistas mucha pasta en ordenadores para
los colegios de las votaciones. Ya Arturo Mas, en su día, negó este extremo y
adujo en el juicio que eran ordenadores para equipar de material escolar a los
niños en los colegios. Es mentiroso compulsivo, el tipo, y un cagueta, que
culpaba de todo a la gente, a su “pueblo”, que siguen y aman a los golpistas.
Dirá el sinvergüenza –que poco menos que se hizo sus neceidaddes encima cuando
el juicio- que los jueces lo dejan en la calle y llorará, si es preciso, y
hasta será capaz de hacer una cuestación pública para recaudar el dinero que
nos robó. Seguro que sólo con la calderilla de la que será dueño vivirían
varias familias durante mucho tiempo. No hay que olvidar el dinero del tres por
ciento, que quién sabe “dándandará”.
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