Es evidente que,
entre momento y momento de lucidez, laViceCalvo
del Gobierno, está ya anciana, algo
chochilla, con grandes lagunas de lucidez. ¡Pobre! Será por eso por lo que Sánchez la sigue sosteniendo, para que
no se aflija, la abuelita. Ahora que, entre luz y luz, todavía sigue mostrando
restos de la soberbia a que nos tenía acostumbrados. Porque siempre fue una
mujer así, soberbia y engreída y displicente hacia los demás. Pero, oigan, que,
así y todo, no se le menea ni un solo pelo. También es fiel escudera de su
señor, que malos meneos le evita, aunque sea a fuerza de mentir.
Nos quería hacer
creer a todos los españoles que el viaje de elPedroQué? a Castellón
en un avión oficial era algo previsto en la agenda de elPresi, para asistir a un acto cultural nocturno; luego elPresi se
fue a ver la actuación de un grupo musical. Más tarde, Moncloa desmintió que el viaje estuviera previsto en la agenda
presidencial y declaró Secreto de Estado
–nada más y nada menos- el viaje de marras. O sea que algo pasaba y la anciana
señora no se enteraba, pero lo cierto es que Moncloa la quedó con el serete al aire.
Luego, como más
destacable, aconteció lo de la su visita al Vaticano. Se pensaba la abuelita que los curas habían topado con
ella. Ya digo, desvaría. Como es lo lógico, ella topó con la Iglesia, que, de manera urgente e inusual
rapidez, desmintió a laVice con toda rotundidad: la Iglesia, no había dicho nada
sobre dónde enterrar al dictador Franco,
es más le volvía a pasar el fiambre a elPresiSánchez,
que tanto afán tiene en desenterrarlo. Ya se lo dijimos recientemente: cuidado con los muertos que, a algunos, los
carga el diablo.
Pero, lo más de
lo más, de la mentirosa compulsiva y Vice del Gobierno, ha sido cuando ha
querido justificar que el presidente no había visto jamás delito de rebelión en
Cataluña. Es lo más, ya digo, porque
adujo que cuando Sánchez veía delito de rebelión en los presos golpistas, no
era presidente del Gobierno. Y, claro, le habían preguntado por Sánchez, no por
el presidente del Gobierno. Vamos, que de alucine. Hasta la ministra de las Justicias, que estaba a su lado, la
miraba maravillada, como pensando en qué genialidad se le había ocurrido a
esta, y ella con esos y estos pelos.
Es que la de al
lado, la de las Justicias e injusticias, también se las trae. Además de
mentirosa, como la otra -decía Dolores
Delgado que no conocía a Villarejo,
y si antes lo dice, antes la “pillan” en comidas y cenas con él y con el exjuez
Garzón- nos quiere hacer comulgar
con ruedas de molino. Pero, eso ya no, mujer, que estamos aprendiendo de “guarradas”
políticas más que si fuéramos a cursos acelerados. Pues, nada, que dice la
ministra que la decisión de la Abogacía
del Estado para no inculpar a los golpistas
de rebelión ha sido con “criterios técnico-jurídicos”. Y nosotros con la boca
abierta y sin piruleta.
Bueno, pues la
conclusión del día es sencilla, se cae por su propio peso: la Fiscalía del Estado ve delito de
rebelión en los golpistas catalanes, mientras que la Abogacía del Estado, que
desde el principio usaba las mismas gafas que la Fiscalía, ahora no ve delito
de rebelión, sino un delito de sedición. Casi nada. Como del agua al vino. De
las penas, la mitad. Está claro que Sánchez quiere perpetuarse en el poder como
sea, incluso con la ayuda de los propios golpistas. Pedía laViceCalvo lealtad de
los partidos políticos hacia el Gobierno. Desde España ya se oye el clamar de los españoles pidiendo a elPresiSánchez
lealtad al país y que se deje de las continuas indecencias.
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