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martes, 25 de diciembre de 2018

Las reglas son para todos

Que nada, que no hay más sordo que el que no quiere oír. Ni los de laPsoé de elPresiSánchez, que anda por Doñana de vacaciones, ni los de la extrema izquierda podemita de elPabloManué, criando a sus mellizos, se quieren enterar del mensaje navideño que les enviaba el Rey de España. Los de laPesoé, convencidos, oigan -más bien eso nos quieren hacer creer-, de que don Felipe no hacía otra cosa que expresar lo que elPK está haciendo ya; es decir que lo avalaba en todo. Mientras, elPabloManué, comienza su conciliación familiar prodigándose más que en la actividad política.
El podemita, entre biberón y doble biberón, manipula las palabras -como hace con casi todo, de manera burda, hasta rayando el absurdo y lo barrio bajero-, afirmando que el Rey mostraba su arrepentimiento por su discurso contra los golpistas tras el referéndum del UnoaCero. Menudos dos. Ellos solos son ya casi una tropa. Pero, vaya tropa de miserables.
Al discurso de Navidad del Rey, o si lo prefieren la felicitación navideña de Su Majestad, podrán darle todas las interpretaciones que quieran; sí, las que les apetezca, con las que todos ganan, como tras unas elecciones. Pero, por más vueltas que le den se resume en una e incontestable frase: "Las reglas que son de todos sean respetadas por todos".
Por si esos sordos políticos no se enteraron -entre ellos los golpistas catalanes y los nacionalistas vascos, los que siempre traicionan-, tanto el socialista elPedroQué?, el podemita de extrema izquierda elPabloManué y el nazi xenófobo -que raya lo bordelino- el Rey no pudo ser más claro: todo dentro de la Constitución, nada fuera de ella ¡Estamos! Así que a qué viene desde el Gobierno decir que el Rey sancionaba todo lo que hace Sánchez en sus negociaciones con los golpistas. No tiene sentido. Es una burda manipulación, como las del podemita.
Máxime si tenemos en cuenta que elPresiSánchez jamás de los jamases ha negado que vaya a indultar a los golpistas -no presos políticos, sino ciudadanos delincuentes-, como tampoco negó al loco nazi catalán la creación de una comisión internacional para negociar un referéndum -si no la independencia, que todavía no está claro- entre el Gobierno de España y el gobierno de elPuchi, que continúa gobernando en Cataluña desde su paraíso de Bruselas.
El Rey no estaba avalando eso, ni mucho menos. El Rey fue claro: todo, dentro de la Constitución. Ni avalaba el trabajo sucio y negro de Sánchez con respecto a Cataluña, ni todo tipo de vejaciones que viene realizando a los españoles, traicionando a España, desde permitir la entrada en La Moncloa con un lazo amarillo en la pechera al xenófobo catalán, hasta mimar a los golpistas con dinero, cientos de millones de euros, que está detrayendo a otras autonomías.
También es gordo -por gilipollesco- el que el de extrema izquierda, elPabloManué, afirme que el Rey se mostró arrepentido de su discurso contra los golpistas, cuando no tuvo güitos de hacerlo el anterior presidente, Rajoy. Porque, coñe, maldita suerte la nuestra, que de seguido nos hemos visto gobernados por un presidente cobarde, como lo fue Rajoy, y otro traidor, como lo es Sánchez. Lo que realmente "mensajeó" el Rey al podemita fue que se dejara de rencores y resentimientos, propios de la extrema izquierda. ¡Que ya está bien!
Y a los dos juntos, y a quien se pueda sentir aludido, les enseñó que ahí está el camino de la Constitución, que la utilicen, que para eso está. Con ella y a través de ella es posible la concordia, que es nuestro mayor patrimonio.

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