Con distintos collares

Nunca en su vida se ha sentido tan importante como presentando la dimisión Ramón Espinar. Ni tan siquiera cuando desde las tarimas de los escaños parlamentarios instigaba a sus huestes a emprender el boicoteo contra CocaCola para, acto seguido, irse a almorzar llevando en la bandeja de la comida no una Coca, sino dos. Ni tampoco cuando surgió el escandalazo del piso de protección oficial con el que especuló, ganándose más de treinta mil euros del ala. Su papá, uno de los implicados en las tarjetas negras -conocidas como las black- se las arregló para que se lo otorgaran.

Es que el piso está situado en una zona en la que a él no le correspondía solicitarlo. Pero, todo sea por la patria y dejar a una familia necesitada sin un sobre techo. Pues, el pájaro ni lo conoció, ni lo pisó tan siquiera. Lo vendió. Se llevó la pasta, y santas pascuas. Tampoco pidió perdón y mucho menos devolvió la "calderilla". En su partido los ultraizquierdistas podemitas hasta lo consideraban un héroe.

Eso era en su partido, que con cosas como estas y más graves todavía han ido recogiendo las tempestades que han ido sembrando, y que han desembocado en el espectacular retroceso en las elecciones andaluzas. El apoyo y amistad y colaboración personificados en el utraizquierdista elPabloManué a los terroristas etarras y su más que desprecio por las víctimas de los asesinos, su apoyo a elPedroQué? en la moción de censura contra Rajoy y su apoyo a los golpistas catalanes con el fin de romper España le ha pasado factura. El personal no es tonto, y el que no se había dado cuenta ya reconoce que los de elPabloManué son la ultraizquierda comunista, pura y dura.

El que no se había enterado, como siempre, era Ramón Espinar, que seguía pujando por convertirse en líder de los ultraizquierdistas, por detrás, por supuesto, del jefe, que desde Villa Tinaja, como gran estratega en biberones tampoco se enteró de cómo elErrejón se la colaba; todavía elPaloManué rumia el cómo y el porqué de la traición de laSeñáManuela y el "nene" Errejón. Mientras, Espinar se ve impotente -más bien incapacitado, cortito- para coger las riendas del partido, y ya que no dé la "espantá" uniéndose a Errejón.

La próxima, será la estampida en el partido podemita para unirse al proyecto de "Más Madrid", porque desde el partido de la ultraizquierda parece que está todo vendido. Miren que se lo advirtieron a elPabloManué, que torres más altas habían caído y que él se estaba montando, sin saberlo, un ídolo con los pies de barro. Hasta los de la Izquierda Unida, de Garzón -otro que tal baila-, se ha levantado de la mesa negociadora, en la que se veían las condiciones para presentarse juntos a las elecciones.

Pero, da igual. Una vez se aclaren entre ellos en particular y entre los diferentes grupos de esta amalgama de micro partidos, en general, todo confluirá en que sean unos u otros los que subsistan o sobrevivan a esta guerra cainita serán, al final, los mismos: ultraizquierdistas comunistas en busca de un nuevo líder.

Parece que en medio de este caos ultraizquierdista comienza a sobresalir la figura de Íñigo Errejón, el disidente y traicionero Errejón, elNene, más falso que una mula. El cobarde que se afana como un histérico en borrar todos los tuites que escribió poco menos que venerando a los dictadores bolivarianos Chaves y Maduro; es más, hasta hace poco mantenía que los venezolanos comían tres veces al día y que las ingentes colas que estos se veían obligados a hacer en los supermercados era una manera de socializarse. Así que, ya lo ven, lo dicho, los mismos con distintos collares.