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viernes, 11 de enero de 2019

La directora de Lledoners pasa de los jueces

Hombre, que digo que algún responsable directo y último habrá en la prisión de los golpistas de Lledoners, y que sería el que firmó la autorización para que el golpista Rull saliera de prisión la tarde-noche víspera de Reyes. Vaya manía de titular los periódicos que la prisión de Lledoners le concedió el permiso para ausentarse. Que no hombre, que no, que ni los muros ni las rejas conceden permisos. Ahí habrá alguien  que dio la orden de excarcelar al golpista y que se fuera acompañado de unos mocetes de la Escuadra.
Saboreó Rull por unas horas la libertad, sin que se enterara el tribunal del que depende el exconsejero golpista. Por de pronto, el Tribunal Supremo ha abierto una investigación y lo primero que echa en falta es un informe médico en el que se plasme la gravedad del hijo de Rull, que al parecer perdió el conocimiento en la misma prisión al darse un golpe en la cabeza. El golpista estuvo ausente de la prisión desde las dos de la tarde hasta las doce de la noche. Algo grave.
Lo que los demás echamos en falta es que no se haya apartado del cargo a la directora de la prisión, de la que todo parece indicar que fue ella la que concedió el permiso por considerar que era un caso excepcional dada la gravedad del pequeño. El juez de guardia se negó a que se le concediera a Rull este privilegio, pero, a lo que se ve, la directora del hotel de los golpistas se pasó por la entrepierna lo que le pudiera parecer al magistrado. Eso llevan haciéndolo los separatista-independentistas-golpistas años y años y, en consecuencia, jamás les ha pasado nada por tomarse a la torera todos los dictámenes judiciales.
Pobre niño, que nada de culpa tiene de que su papá sea un golpista; pero, cuántos otros niños habrá hijos de presos preventivos que estén gravemente enfermos o impedidos y la Justicia les ha denegado a sus padres el poder salir a verlos, y menos sin permiso expreso del tribunal del que dependan. Aquí, la directora de la prisión se tomó la Justicia por su mano y dejó libre por unas horas al golpista, precisamente, qué casualidad, la noche de Reyes. Tampoco tuvo suerte el exministro pepero Zaplana; los reyes sólo traen regalos a los niños
No les digo nada -aunque sí lo he sospechado y plasmado por escrito-, que quién nos dice que los golpistas presos no han salido más de una vez de prisión, sin que nos hayamos enterado, a dormir a sus respectivos domicilios. No nos habríamos enterado, cierto, lo que no quiere decir que el Gobierno no hubiera estado avisado. Si solo hay que ver, tan solo lo que podemos ver, que aquello más que una cárcel asemeja un hotel de noche y una oficina de día.
Allí los trasladó el Gobierno desde Madrid, para que estuvieran "muaguzztitu". Sánchez nos quiere engañar aduciendo que el traslado fue cuestión de Instituciones Penitenciarias, organismo que, es obvio, depende del ministerio de Interior, al frente del cual hay un ministro, llamado Marlaska, que, causalmente, forma parte del Gobierno, que casualmente preside el socialista Sánchez.
Pues eso, que en el hotelito de Lledoners reciben diariamente numerosas visitas los golpistas, pueden gozar de veladas nocturnas -prohibidas a los otros presos- y hasta hacer huelga de hambre, eso dicen, bien controlada por médicos externos a la prisión, hasta tal punto que alguno más que adelgazar aumentó de peso. ¡Anda que no pide el gobierno vasco a Sánchez el control de las cárceles en las provincias vascongadas! Imaginarnos, podemos, la vida de placer que se iban a dar los presos asesinos etarras.


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