La ignorancia del escritor

Preguntábase el flamante -convertido ya en golfante- ganador del premio José Plá de prosa en catalán quién es Manuel Valls. Valls, para que se entere el pérfido, fue primer ministro de Francia, el país de al lado, más cercano en el espacio a Cataluña que, por supuesto, a Andalucía. Ya es una buena presentación: el exprimer ministro de la nación de la igualdad, la fraternidad y la legalidad. Ahora pretende ser, por Ciudadanos, alcalde de la Ciudad Condal. Suficiente como curriculum abreviado. Que se puede estar o no de acuerdo con él; pero, velahí está.

Lo que cabe es preguntarse quién es el ganador del premio José Plá, que, pobre hombre elPlá. ¡A quién se le ocurriría poner su nombre a este premio para que se lo lleven elementos como el ganador de este año! No lo conocen ni en su casa, y para que lo lean los que del catalán entiendan tiene que hacerse pasar -o en realidad lo es- por golpista. Porque, ya ven, tuvo una gran ocurrencia de novelista en la cena-gala de la entrega del premio, soltando todo su odio contra España y los españoles, manifestando que le producía "tristeza y rabia vivir en un país donde hay presos políticos y donde el gobierno legítimo de la Generalidad está exiliado". Miente el premiado, como lo hacen los independentistas-secesionistas-golpistas, lo llevan todos en su ADN.

Intentar explicárselo es causa perdida. No obstante, para que por lo menos le suene, en España no hay presos políticos sino unos ciudadanos metidos en la política que se creyeron más que el mismo Dios y con derecho a hacer barbaridades; por tanto, a los que refiere, son unos delincuentes, a los que la Justicia consideró necesario meter entre barrotes, hasta la hora del juicio.

Por si no lo sabe el escribidor, todos los golpistas que están en el extranjero lo están por voluntad propia. Nadie les impide regresar a España. Mas bien son unos cobardes, que no se atreven a volver. Pero, el propio escritor, si tan triste se siente y tanta rabia le da vivir en España ya sabe dónde está la puerta.

Nadie puede extrañarse  de que el candidato Valls expresara, por su parte tristeza, rabia y vergüenza por ese discurso y esa demagogia. Claro, Valls estaba presente en la sala, que finalmente abandonó, no sin antes culpar a Arturo Mas -en la mesa presidencial- de todo lo que sucede en Cataluña. Sí se extrañó de lo dicho por Valls la podemita de extrema izquierda alcaldesa de Barcelona, que, como ni sabe lo que dice, mejor es dejarlo en que laPescadera no estuvo de acuerdo con lo dicho por Valls. ¡Nada preocupante todo lo que pueda venir de la vendedora de pescado!

No obstante, hay que desearle al ganador del premio literario que venda muchos libros y toda clase de éxitos y que gane muchos más premios. Que no pierda la esperanza de que con el próximo libro se le llegue a conocer en España, aunque el número que tenga que montar para entonces habrá de ser más espectacular, no tan barrio bajero e insultante. Ya sabe que ofende quien puede, no quien quiere.

Para ofensa, por ladrón más que por otra cosa, por robarnos nuestros dineros, la del nazi xenófobo que se encuentra al frente de la Generalidad catalana. El hombre de neandertal lleva gastados ya más de ciento veinte mil euros en viajes a Waterloo (Bélgica) para recibir de "la voz de su amo" las órdenes directas para atacar a España y provocar, esa es su intención, una guerra civil.