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miércoles, 30 de enero de 2019

Y muchos más

Ahora le toca el turno a las revistas del corazón o de la prensa rosa, que de esas dos maneras se conocen a las hojas de los chismes. Se preguntarán que por qué no fue la reina Leticia con el Rey a Irak, o de otra manera: por qué el Rey se fue hasta Irak a celebrar su cincuenta y un cumpleaños y no se quedó en Casa con su familia. Pues, no voy a ser yo quien desde aquí de la respuesta adecuada. Pero, no ha dejado de ser un bonito gesto por parte del monarca el trasladarse hasta ese país para celebrarlo, el su "cumple".
La reina lo habrá entendido, se supone, como cuestión de Estado, y la heredera y la infanta que vayan aprendiendo: por la monarquía, por un país monárquico y unido, democrático y libre se hace lo que haya que hacer, aunque pueda suponer un sacrificio. Los de la ultraizquierda de elPabloManué ya estarán pensando en cómo achacarle en cara a Felipe VI el que se haya saltado en el día de su cumple la conciliación familiar. ¡Jéjé! Estos no se enteran de la misa a la media.
Los de laPesoé, y más en concreto su líder, elPresiSánchez, están, no obstante, que revientan. No acaban de digerir que el Rey se vaya a Irak a comer un rancho militar y, para más cabreo, que se haya llevado como compañera de viaje a la ministra del ramo, Margarita Robles. Es que el Rey la ha reivindicado, después de que elPresiSánchez la quedara como una bayeta recién escurrida, cuando en las navidades el viaje al extranjero para felicitar a los militares españoles se lo hizo él solito, prescindiendo, ignorando con afán de hacer daño, a la ministra Robles, que se tuvo que quedar en su casita, que el avión es solo para el presidente.
Andaba laRobles cabizbaja desde ese desprecio de Sánchez, quien, poco antes, la había dejado en ridículo por el asunto de las ventas de armas, y rectificó todo lo que ella dijo ¡Puff! Ha tenido que ser el Rey el que la haya reivindicado. Hasta con gracia, porque, en efecto, resultaba gracioso verlos juntos: el uno allá arriba y la otra desde el suelo hasta donde llega, porque no da para más. Pero contenta, coñe, que para eso es la ministra y estaba acompañando al jefe del Estado y Capitán General de los Ejércitos. Si Sánchez no la quiere, que la despida, pero que no la humille. Lo mismo le pasó a Borrell cuando lo escupieron los independentistas catalanes: no se esforzó lo más mínimo el Sánchez en defenderlo. ¡Con jefes como ese, quizá fuera mejor quedarse en casa!
Desde luego, el día, la hora, y la ocasión de la visita del jefe del Estado y Capitán General a Irak tiene tela. Vestido con ropa de campaña, Su Majestad se dirigió a los soldados españoles y de esta manera les habló: "Os ven como soldados de la democracia, de la paz y de la libertad". Y algo más: que como "mando supremo" y militar que "siente" el uniforme ha alabado la labor que realizan y el "impacto" que generan.
Los militares agradecieron la visita y la cortesía del Rey por celebrar con ellos su cumple y le cantaron el "cumpleaños feliz". Que anda que no le gustó al Rey. Nunca le había cantado tanto personal junto el cumple. Así que todos felices y contentos, excepto aquellos maliciosos que ya verán en las palabras del Rey una advertencia. Es que el juicio contra los golpistas está ahí, a la vuelta de la esquina y, acaso, también el decreto de indulto sobre la mesa de ElPedroQué?

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