Ofensiva conta la Guardia Civil

Están que trinan los del Instituto Armado, es decir los guardias civiles, por el expediente que el director general del Cuerpo ha abierto a un "número" por grabar y difundir un vídeo desde uno de los furgones de la comitiva que escoltaba a los golpistas en su traslado de Cataluña a Madrid. Bueno, no sólo le ha abierto expediente, sino que lo ha suspendido en sus funciones. Hay que ver, coñe, qué solícito se ha mostrado el director general para atender y dar satisfacción al terrorista elGordo, Otejjji, que es el primero que se ha quejado de la grabación.

Es que parece que ahora vamos a tener que hacernos a la idea de que la paz social de España tenga que estar en manos y voluntad de este terrorista. Ya entendemos que el director general del Cuerpo cumple órdenes de más arriba -no del más allá-, de ese que espera los votos de los golpistas, peneuvistas -los que siempre traicionan-, terroristas y la ultraizquierda para que apoyen la aprobación de los Presupuestos Generales de elPresiSánchez.

Lo normal es que en la actuación de diligencias -si es que hay que abrirlas por este motivo- contra el "número" protagonista se estudie todo lo que ha sucedido, sus pros y sus contras. El director de la guardia civil, un "mandao" de los políticos -ya sabemos qué políticos-, ya da prácticamente por juzgado al "videoguardiacivil", lo ha demonizado y, prácticamente, lo ha sentenciado, lo ha estigmatizado.

Ya digo, muy mal ha sentado tanta celeridad, sin haberse analizado los hechos. Entre ellos, por ejemplo, los silbidos y los insultos al paso de los vehículos de la benemérita por parte de los cómplices de los golpistas, los que los esperaban a las puertas de la prisión para despedirlos o la música que se oye de fondo en el vídeo, que no es otra cosa que la canción que unos malnacidos independentistas vascos dedican a la Guardia Civil. Toda una sarta de insultos, que el director general ni se ha molestado en que se investigue al grupo musical.

No sin razón se ha creado un malestar entre los guardias civiles, cuando ven que diariamente se homenajea públicamente a etarras, a quienes, día tras día, se acercan a las prisiones de las provincias del norte. Y nadie dice ni hace nada. Mientras esto se hace en calles y plazas públicas, las víctimas del terrorismo callan y sufren en silencio; es más, son repudiadas por estos politicastros proetarras y ultraizquierdistas, como elPabloManué. Los demás, las ignoran, porque, a estas alturas, tristemente, estorban, políticamente estorban.

En fin, que no deja de ser curioso, o, si lo prefieren, vomitivo, la pasividad de los políticos todos, ante las declaraciones públicas, con difusión, de un mameluco de los mocetes de la Escuadra incitando al odio y al enfrentamiento armado, a la rebelión. Otro guerra civilista como el nazi xenófobo de la Generalidad, y que lo hace vestido de uniforme y en nombre de un sindicato independentista, que estaría dispuesto a usar su armamento -el que pagamos todos- contra los que él, el demente, considera sus enemigos, es decir contra los españoles. Ese descerebrado tendría que estar ya en prisión o en un manicomio. Pero, velahí sigue, sin ser investigado, sin expediente abierto y sin suspensión de empleo y sueldo.