Las mentiras del caso Bolinaga

Lo de menos importancia, aunque también, son los cien mil euros de multa que la Audiencia Nacional le ha cascado al diario El País por mentir y manipular acerca del caso Bolinaga, por su puesta en libertad, de entonces. Lo preocupante es que alguien introdujo en la "carpetilla" del caso, en los propios juzgados, información sesgada sobre el mismo, en concreto sobre la forense, que, junto a la fiscalía, se opuso siempre a la puesta en libertad del terrorista, por considerar que su situación no era terminal y su enfermedad, un cáncer podía ser tratado sin problema alguno en la propia prisión. En la controvertida liberación del asesino etarra se vieron implicados, de una u otra forma, los jueces Pedraza y Marlaska, actual ministro de Justicia.

Al final, y como es de todos conocido, el asesino de tres guardias civiles y "carcelero" del funcionario de prisiones Ortega Lara, condenado a doscientos sesenta años de prisión, fue puesto en libertad con la aprobación de la Junta Penitenciaria. Bolinaga jamás pidió perdón por sus crímenes, ni se arrepintió de los mismos -no digo ya pedir perdón a las víctimas-, condiciones necesarias para dejarlo libre. Tampoco fue cierto lo de su enfermedad terminal, porque más de dos años y medio estuvo pavoneándose por su pueblo y bebiendo todo el vino que le vino en gana, con los amigos de su cuadrilla. Él se salió con la suya, y de la prisión, mientras perdían las víctimas.

Tanto la fiscalía como la forense tenían la razón en sus manos, pero otras manos negras cambiaron papeles en su expediente, tergiversando informes. Lo grave, ya digo, es que esos cambios se produjeron en los propios juzgados. Y este hecho no puede quedar impune: el quién, el cómo, el cuándo y el porqué es obligación de la Justicia el resolverlo, encontrando a los responsables de tales hechos y depurar responsabilidades. El prestigio de jueces, fiscales, forenses y funcionarios de Justicia está en juego y la propia Justicia también; igualmente, esa depuración de responsabilidades ha de ser implacable con quien quiera -al o a los- que corresponda.

La Justicia tiene que aclarar todos los hechos que concurrieron en la puesta en libertad de este asesino. Lo que sí es más evidente es que la urgencia de su enfermedad no era perentoria. Su puesta en libertad, además de ofender a las víctimas y a todo español de bien, dejó en evidencia a la Justica y al Gobierno de España, presidido entonces por Rajoy. El que ahora los tribunales hayan condenado a El País por su información sesgada y con documentos manipulados, que atentaron contra el prestigio y honor de la forense, que siempre -incidimos- se opuso a la libertad del asesino etarra, es tan sólo una anécdota del caso, pues claro está que ese medio sólo es un "mandado", un paniaguado, a las órdenes de alguien. Y eso, a las órdenes de quién, es lo que tiene que descubrir la Justicia.

Entretanto la Justicia desvela todo el misterio de la vergonzosa libertad del Bolinaga, los políticos nuestros continúan con la refriega electoral, y eso que todavía no se ha iniciado oficialmente la campaña. Si el pepero Casado andaba por tierras castellano-leonesas y el prolífico escritor -de tesis doctorales y de libros-,  el pillo elPedroQué? se daba el pico con los pesoístas europeos, la líder de los Cíus catalanes. Inés Arrimadas, avisaba al mundo que aquí llega ella, a Madrid, que harta está ya de los provincianos catalanes; aunque, irá como primera de lista de Barcelona al Congreso de los Diputados, lo que de momento ha causado inquietud entre los naranjitos catalanes, que, en algunos casos, se han sentido traicionados y, en otros, dejados de la mano de Dios,  desamparados. Pero, se tiene que hacer idea de que a rey muerto, rey puesto. Vamos, que alguien vendrá a mitigar su ausencia.

Y todo, en un momento, en el que el jefe de filas de los naranjitos, Alberto Rivera, se encuentra inmerso en su historia de amor, la más romántica de toda su vida. Eso publican en la revista especialista en esos asuntos, Semana. Todo a cuenta de la cantante Malú. con la que, al parecer, se ha "liao" el catalán, o que se han "liao" el uno con la otra, y viceversa. Que a mí me da igual. Aunque dicen los expertos de la "prensa rosa", que se va a enterar ahora Rivera lo que es ser acosado por las cámaras, que no tendrá que ir él detrás de ellas, de las cámaras -herramientas de los reporteros-, sino que tendrá que aprender a esquivarlas. Ya ven. Consecuencias por quererse con una "cantante", la sobrina de Paco de Lucía y protegida del cantante Alejandro Sanz, en cuya mansión se conocieron la "cantanta" y el político.