Está más que
claro que los fiscales defienden la democracia en España, no ideas, como pretenden hacer creer los golpistas, y como
quedó de manifiesto en el alegato de sus abogados en la primera sesión del
juicio en el Supremo. Pero, también
ha resultado evidente, en la segunda sesión, y según expusieron los fiscales,
que España no tiene sólo un enemigo
en los golpistas, sino que, velahí está, en la fuerza armada que los apoya, que
los defiende y obedece sus órdenes sin el menor atisbo de duda: los Mocetes de la Escuadra, una fuerza
armada de más de diecisiete mil agentes, que fueron, quizá, los que más
violencia perpetraron en la ejecución del Golpe
de Estado.
Es algo que
resultaba evidente, que lo veíamos todos en directo, por la tele, y de lo que
muchos habían advertido con bastante antelación de esta posibilidad, de este
peligro. Incluso fuimos muchos los que insistimos en la necesidad de disolver
este cuerpo armado, integrado en su mayor parte por independentistas, que
habían jurado o prometido defender la Constitución
y que se tornaron de inmediato en anti-patrias, con jefe al frente, el casi
normal Form, en el aspecto político,
y su jefe natural, el “general” Trapero.
Chulos y engreídos y supremacistas hasta la saciedad ambos.
Rajoy no veía
nada de esto, estaba con su amigo Yoniwalker
y no veía, repito, nada, o, si acaso, muy en nebulosa. Su segunda en lacadena
de mando, laViceSoraya, no tenía la
altura suficiente de miras para ver lo que se nos venía encima. Y sucedió lo
que tenía que suceder, que a la menor se echaron a la calle para defender al
gobierno de la Generalidad catalana,
que se rebeló luego contra el Estado.
Los de la Escuadra se enfrentaron a
policías nacionales y guardias civiles durante el referéndum ilegal. Los
mocetes, igualmente, traicionaron a las Fuerzas
de Seguridad del Estado, tendiéndoles emboscadas y
facilitando información sobre sus movimientos a la “caleborroca”, a su vez,
protegida por los golpistas. Forn ya está siendo juzgado. A Trapero se le avecina el día, pero
parece que la Justicia no ha
reparado en los bomberos, tan terroristas en este caso como los mocetes
sublevados.
Los dos fiscales
que han intervenido ya en el juicio, les han dado a los abogados de los
golpistas hasta en el cielo de la boca en jurisprudencia y en sabiduría. Lo
tenían fácil, aunque no hay que quitarles el mérito, porque esos letrados
aparentan de primero de Grado. No
quita que en algún momento del juicio nos puedan sorprender, pero más por malos
que por inteligentes. Golpistas y letrados son todos de la misma calaña.
Por lo demás,
nada nuevo bajo el sol en el juicio. Sólo una pequeña anécdota, como el parón
en seco que el presidente del Tribunal al abogado de la acusación popular, el
abogado de Vox, argumentando y
permitiendo el uso del churro por parte de los golpistas en la sala. Están muy
obsesionados, a lo que se ve, el presidente y demás miembros del Tribunal con
el hecho de que los golpistas puedan acudir, si son condenados, al tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Y
tampoco es eso. Los de Estrasburgo podrán fallar lo que quieran, que su
dictamen no tiene por qué afectar a la decisión del Tribunal español.
Y aquí, al igual
que ayer, quedaremos esperando la decisión personal de elPresiSánchez sobre un posible adelanto o no de elecciones
generales, toda vez que, gracias a sus amigos los golpistas, los Presupuestos Generales del Estado, los
Presupuestos de Sánchez, han sido
bloqueados en el Congreso. Los
partidos, preparados para la celebración de los comicios, aunque no se sabe
para cuándo o si es que los habrá, porque Sánchez puede optar por continuar en La Moncloa gobernando a golpe de
decreto. De este, todo se puede esperar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentar con respeto