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jueves, 14 de febrero de 2019

Te quiero culo

Era lo que le faltaba a elPresiSánchez y a su Gobierno en estas horas tan críticas y decisivas. Ya saben, lo de la declaración de la directora general de España Global, Irene Lozano. En teoría este organismo ha de servir para dar una buena imagen de España en el exterior, y más en estos momentos, para combatir la ofensiva de los golpistas, que nos ponen a parir por donde quiera que vayan, y, si no, hacen por ir. Pues eso, que la buena señora ha comparado el intento de Golpe de Estado de los golpistas catalanes con una violación.
Violación del orden constitucional sí que fue, al fin y al cabo, pero, coñe, poner ese símil para que Europa lo entienda, es pasarse un pelín. O no. El caso es que media Europa se ha escandalizado con las declaraciones de la flamante directora general. Tanto se han escandalizado por ahí que ella solita ha eclipsado por un tiempo el juicio contra los propios golpistas.
No pasa laLozano por su mejor momento de efectividad política, aunque sí por el de más popularidad para ella. Ya la conocíamos aquí por sus devaneos cuando era "miembra" de Upeidé, de donde la expulsaron. Con estas declaraciones, sumadas a que es la "negra" -con perdón- de elPresiSánchez, vamos la que le escribió el libro, laLozano está como para que en cualquier momento la contraten para hacer una peli.
Bueno, parece como que compitiera en fama con la ministra de Justicia, Carmen Calvo, que, ni corta ni perezosa ha definido a la derecha española como la "derecha trifálica". Tal cual: "trifálica", con "efe", pero sin nada qué ver con la agencia estatal de información y noticias. Está muy obsesionada, parece, esta señora con lo del sexo. Desde que denunció que algunos compañeros de profesión -de la rama de la Justicia- habían tenido tejemanejes con menores en un país tropical, ha quedado marcada, porque no denunció a quiénes se refería. O sea, tiró la piedra y escondió la mano y, eso, viniendo de una ministra de Justicia no se hace. Está muy mal visto.
Todo esto coincidiendo con nueva jornada del juicio a los golpistas catalanes, donde el exvicepresidente de la Generalidad, Oriol Junqueras -el que pone el ojo donde pone la bala- decepcionó a propios y a extraños; a los suyos parece que no, que consideran más importante su alegato político, enmarañado con mentiras, y de las gordas, que pueda ser condenado a prisión por unos cuantos años. Será que eso es así. Puede que de ser ellos los enjuiciados vieran otras maneras.
Decía que tenía ganas de hablar  y sólo contesto a las preguntas de su abogado. Eso sí, se presentó como el salvador de la patria de los golpistas, un narcisismo insuperable. Sería un mensaje para el chorizo hombre bajito y cabreado de Bruselas. ¡Como andan todo el día a la gresca! Es un decir. Algún miembro del tribunal bostezaba. Sólo interesaba su discurso cuando de manera vehemente afirmaba que no habían hecho los golpistas, nada ilegal, y nada de lo que tuvieran que arrepentirse y que lo volverán a hacer, porque convocar un referéndum no es delito, sino que lo es el prohibirlo. Hasta jurista nos salió. 
Hasta llegó a aseverar elJunqueras que los golpistas y sus seguidores son gente buena o quizá quiso decir buena gente. Da igual. Lo importante es que el ama a España de todo corazón, tanto que si pudiera nos iría dando abrazos a todos por la calle; pero, no puede. Es como si nos hubiera dicho que os quiero culo, pero a besaros no llego. Lo hemos entendido, ciertamente, pero, a gentuza como esa y como Form, ni caso.


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