Los más impresentables del banquillo

¡Jé, jé, jé! Esto es de lo de la risa. LaPesoé, o más bien su secretario general, elPedroQué?, que, casualidad de las casualidades, es el presidente del Gobierno de España, elPresiSánchez, nos ha presentado el eslogan de la campaña para las elecciones del 28A: "La España que quieres". Menudo pitorreo en las redes sociales durante toda la jornada. Los de Abascal utilizaron este mismo eslogan en 2017, pero, ríanse, sí, ríanse, dos años antes lo tuvo por propio también laPepé. ¡Joé, y laPesoé se lo apropia en 2019! Ya tienen todo preparado e impreso. ¡De coña!  De charanga y pandereta.

Algo así como lo de los golpistas en Bruselas. Ya saben, el amo y "la voz de su amo". No tuvieron ni la más mínima opción de poder utilizar una sala de las del Parlamento Europeo para poner a España y a su Justicia a caer de un burro. Por una vez la derecha, el centro y la izquierda españolas actuaron en común y consiguieron que los golpistas se tuvieran que ir a un hotel a llorar sus penas.

Ese día le zumbaron los oídos al presidente del Parlamento Antonio Tajani. ElPuchi -el hombre bajito y cabreado- y su adlátere -el ceboncico- Torra, pero también nazi y xenófobo presidente de la Generalidad catalana, bajaron del altar a todos los santos. San Pedro, acostumbrado a esta gentuza- se hizo de oídos sordos; vamos, que pasó de ellos.

Ellos no pasaban de nada, por supuesto, y les hacía falta espacio en Europa para contener sus maldiciones: primero contra Tajani; luego contra España y, por último, contra la Unión Europea, contra toda ella, porque no ha sabido defender a los independentistas y golpistas catalanes, que, como siempre, llevan la razón, siempre, en todos sus planteamientos, en particular en lo que se refiere a la democracia: su idea del concepto es la correcta; antes era España el país anti demócrata, pero ahora esa concepción la han ampliado a toda Europa, con lo que, afortunadamente los europeos se están dando cuenta, están percibiendo qué gentuza son los separatistas. Y ya que el Estado español -sus sucesivos gobiernos- no han sabido combatir las mentiras de los separatistas han tenido que ser ellos mismos los que le hayan hecho el favor al Estado español.

Así lo vemos día tras día en el juicio contra los Golpistas. En la sesión del lunes han intervenido los dos de todos los procesados, quizá,  más obscenos, mentirosos, impresentables e inútiles cuando fueron políticos; ahora, como todos sus compañeros de cárcel y banquillo, no son más que unos delincuentes, que están siendo juzgados por eso, por sus actos delictivos.

El exconsejero Turull, ni buen mozo ni bien hablado, ha pretendido dar clases de ética, moral y política en la Sala del juicio. Turull gana a todos los demás procesados, pero con mucho, en analfabetismo funcional. No es nada y retuvo mucho. Nunca los independentistas pudieron caer más bajo teniendo a este entre sus filas; por supuesto, él no soñó llegar tan alto, aunque es un verdadero trepa. Tan engreído es el elemento, que el presidente del Tribunal tuvo que pararle los pies, porque ya se estaba subiendo a los altares.

De Romeva, a parte de los calificativos anteriores, poco más se puede decir. Un tonto de los de verdad, un don nadie que se cree a pie juntillas un héroe, viviendo una película. Un soñador sin motivos, que se llevará un gran susto cuando despierte. O no. Puede que se crea todavía más héroe de lo que se considera ya.