Reencuentro en Al-Ándalus

Estos de laPesoé son así: tan pronto se odian como se aman. O, al menos, se "arrejuntan", si hace falta. Ahora elPresiSánchez y la expresiDíaz, la de Andalucía, le ha sucedido que, como en facebuc, son amigos. Y no vean hasta qué punto lo son. Sánchez se fue a Al-Ándalus, a Sevilla, y se llevó consigo a la lozzzana andaluzzza. Como si nada hubiera pasado, como si la sultana no hubiera perdido "ná". Ya digo, amigos como en facebuc. Aunque, en el fondo, parece como un recochineo de Sánchez: se va a Sevilla, donde la sultana perdió la silla, y ella lo acompaña.

Al final, como todos los días, ha salido el sol, y Sánchez ha querido hacer público su idilio político con Susana: "que sepa todo el mundo que estamos juntos", mientras los suyos propios murmuran y sonríen por las esquinas. ¡Juntos. No se lo creen ni ellos! Pero, lo importante es aparentar. Hasta lanza una soflama Susana, que dice estar contentísima, encantada de seguir en el Parlamento andaluz, como jefa de la oposición. Maravillada por hacerle la oposición a laPepé, a Juanma Moreno. Hasta casi lo prefiere, que se está mejor en la oposición y sin tanta responsabilidad.

De todas formas, a dónde iba a ir -¡Alma de cántaro!-, si no tiene otro sitio. O sea, obligada te veas. Si no hay poltrona, al menos le queda una silla donde apoyar todo su enser, de ser. Lo que se traduce en toda su realidad: se encuentra tan desolada, y con el mieditis que le recorre todo el cuerpo, que hoy han sido todo flores y apoyo incondicional para su secretario general.

Así son ellos. Como son, tal cual, ha pedido a la militancia socialista y votantes del partido que le den todo su apoyo y votos a Sánchez, para que a partir del 28 de abril no tenga que depender de los independentistas. Y que cada cual se tome como quiera, que ella sabe bien cuál es una de las causas de su defenestración. Pero, lo dicho, no pasa nada, que el otro sólo quiere que sepamos que están juntos. Como si resultase que elPedroQué? ha hecho de Susana su sábana de lágrimas. No estará muy contenta por ello la su Begoñita, que, menudo revés, vive en la incertidumbre de si tendrá que volver a hacer las maletas. ¡Coñe, con lo que le costó llegar a la pobre!

Sin embargo, el de laPepé, Pablo Casado, está que no hace caca. Lo vence el orgullo, y no hace más que predicar que fue él el que ha hecho temblar a Sánchez y que este recule. Hombre, que, digo yo, que algo habrán influido los que el sábado pasado se citaron con y en Colón -que fueron más de trescientos mil, ahora que se van conociendo las imágenes aéreas grabadas por la policía-, más que la cifra oficial que dieron los propios organizadores, que ni sabían. Eso y las verdaderas encuestas de Tezanos precipitaron la caída del negociador con los golpistas.

Vale, que se regodee Casado en su ego, pero que comience a trabajar en sus deberes, y ojo, atento a quién y cómo confecciona las listas electorales. En algunas provincias tratarán de meterle gato por liebre. ¡Que no se deje engañar! Y que procure ponerse a bien con las víctimas de terrorismo, en particular con COVITE, la asociación presidida por la hermana del asesinado Gregorio Ordóñez.

Consuelo Ordóñez se ha puesto como un basilisco, por lo que considera un manejo político de las víctimas por parte de Casado. Puede que esté acertada Consuelo en su apreciación, o puede que no. Lo que resulta incomprensible es que su queja la haga al periódico de laPesoé, El País, que tanto ha denostado a las víctimas y tanto las ha ignorado. Aquí no caben los malos entendidos: o se es o no se es.