Velahí los tienen
a los seguidores de los golpistas amenazando a todos aquellos que no siguen sus
consignas y que no los siguen a ellos. El exjefe de Información de los Mocetes
de la Escuadra, que depuso ante el Tribunal
Supremo en la causa que se sigue contra los golpistas ha tenido que ser
protegido y escoltado por este cuerpo policial ante las amenazas e insultos que
está recibiendo, a raíz de haber desmantelado ante jueces, fiscales y
defensores y acusados a todo el movimiento independentista que ha venido
vendiendo por todo el mundo su pacifismo y democracia. Castellví los ha destapado a
todos.
Pero,
principalmente al cobarde huido de la Justicia,
elPuchi, su vicepresidente –el aspirante
a Santurrón del independentismo-,
Yunqueras, y el ni se sabe si tonto o fanfarrón –o ambas cosas a la vez- consejero
de Interior en aquellos días del Golpe, Form, que lleva más tiempo en prisión que el que estuvo como
integrante del gobierno catalán. A los tres juntos advirtió Castellví del
peligro de violencia que existía si se celebraba el referéndum ilegal.
Muy atentos
parece que lo escucharon, porque elPuchi le respondió que entendía su postura,
pero que –más o menos- la guerra es la guerra y si tenía que haber violencia,
incluso si había muertos, no era su problema. Valientes ellos tres, que ahí se
las den todas, que tenían que cumplir un mandato del pueblo, cuando ya el Constitucional había declarado ilegal
el referéndum previsto para el UnoaCero.
El ignorar la
advertencia de Castellví –y de qué manera- ya constituye de por sí una
violencia pura y un ánimo por parte de los tres de que esta se ejerciera. Así
son de pacíficos los independentistas y, en particular, los golpistas. Así de
pacíficos y demócratas, hasta tal punto que el domicilio de Castellví ha tenido
que ser protegido día y noche por el cuerpo policial del que fue director de
Información.
El lunes
continuará declarando ante el Supremo
y tendrá que responder Castellví a las preguntas de los defensores.
Desquiciados están estos por las declaraciones de Castellví ante el Supremo.
Pero, igual de desesperados están estos defensores, como de chulos se comportan
en la Sala, que tratarán de desacreditar, como sea, al ex alto jefe de los
Mocetes. Por lo que es previsible una sesión bronca, más quecde guante blanco,
donde el presidente la Sala, don Manuel,
jugará un importantísimo papel.
Pero, no solo se
ha demostrado la violencia de los independentistas con las declaraciones de
Castellví. Antes que él, la secretaria judicial que acudió a la consejería de Hacienda para cumplir la orden judicial
de registro de esa sede, narró las intensas más de diecisiete horas en las que
se consideró secuestrada por una masa de gente que visiblemente enardecida
gritaba que la comisión judicial no saldría de allí; al final la secretaria
pudo salir, pero por una terraza de un piso alto, que daba a la de un teatro.
Espeluznante relato de la secretaria, de la que través de redes sociales
nacionalistas se ha publicado su foto y ha sido señalada. Ya ha recibido
amenazas e insultos múltiples de estos que se auto califican de pacíficos y
demócratas independentistas. Los mismos que destrozaron los vehículos de la
Guardia Civil y robaron su armamento.
No resulta, por
tanto, extraño que ya se cuenten por centenares los mocetes de la Escuadra los
que han solicitado ser incorporados a otros cuerpos policiales. Se avergüenzan de
sus mandos políticos, principalmente, y de estos violentos y anti demócratas
independentistas.
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