El héroe de Troya

Llegó ya, ya está aquí. ¡Nuestra Señora del Dolor! Menos mal, el salvador de la patria. Peinaíco, con su coleta y un mechoncito sobre la frente, que le ha dicho laMontera -su compi- que le queda muy chic. Liberado de dar biberones durante tres meses, que todo el mundo se ponga firme. Viene con ganas. Eso dice. Pues tampoco fueron tantos los que se dieron cita en la puerta del museo de la reina emérita. Entre que unos que se han ido, mientras que no llegan nuevos y que no se sabe por dónde andan los "mareaos" y los que desaparecieron vomitando, ni nos enteramos si el partido existe, como Teruel.

El bravucón de extrema izquierda, el podemita elPabloManué, tiempo tuvo de explayarse en laSexta, que lo esperaba el tal Ignacio como agua de mayo. Ya digo, en principio, tranquilo y hasta coquetón, pero en cuanto comenzó a coger carrerilla salió a relucir el verdadero matón. Más o menos, que aquí no se mueva nadie, que he concedido al mundo licencia durante tres meses. Pero esto se acabó. 

Justo emprendió la huida una vez que se aseguró que saldría como diputado, él dice que como candidato a la presidencia del Gobierno de España. ¡Nuestra Señora del Dolor, ya sabes, a buena entendedora pocas palabras bastan! Más vale que se asegure -y su compi también- para seguir en el Parlamento, que hay que pagar una hipoteca y la cría de dos nenes, que pronto serán tres. Tres más dos cinco, en una pequeña casa en una pradera. ¡Habrá que pensar en otra un poco más amplia, que, según la Constitución, todos tenemos derecho a un techo digno, y a no vivir "hacinaos".

No dejó títere con cabeza, ni a partidos políticos, ni banqueros, ni bancarios, ni fuerzas de todos los lados. Sí se le veía, sí, una inquina especial contra Abascal, el de Vox, que le ha comido los piñones y le ha quitado todo el protagonismo. Eso sí, bien se preocupó de manipular su versión de que todos teníamos derecho a un arma para defendernos. Eso lo dijo él antes que el de Vox; ahora, quiere echar marcha atrás. Mientras más quería desmentirlo más se liaba el pavo. Menos mal que reconoció que su partido había hecho el ridículo y él también, por supuesto. Bien sabe él que está en la ruina política. Allá su conciencia el que lo vote.

Terminó el hombre para el arrastre, igualico que los sinvergüenzas proetarras del ayuntamiento de Guecho, en las provincias vascas. Más ridículo no han podido hacer. Sus consignas y amenazas para que los ciudadanos no acudieran a ver el portaaviones Juan Calos I, más aumentaba el número de los que hacían largas colas -de hasta tres horas- esperando poder visitar el buque insignia de la Armada Española. Más de diez mil visitantes en poco más de dos tardes. A los etarras, podemitas y socialistos les salieron los colores, mezcla de vergüenza y de chiquitos. ¡Ahí los tienen, báilenlos!

También tuvieron movida en Alsasua, en donde se manifestaron unas quince mil personas -etarras, proetarras, podemitas y socialistas, entre ellos la delegado del Gobierno en Navarra-, en contra de la Justicia española, por las penas dictadas por los tribunales contra los agresores de dos guardias civiles y sus mujeres en octubre de 2016. En su derecho están a manifestarse. Habría sido todo un detalle alguna pancarta feminista contra la agresión a las mujeres que acompañaban a los guardias civiles. Acaso sea un ingenuo.