España, en guerra

Ya puede confesarse el Papa, ya, para que Dios le perdone sus pecados. Porque mentir y difamar también es pecado. Se ha portado como un verdadero miserable con España. Hoy el Vaticano se ha quedado sin miles de clientes a causa de la gilipollez del que ni es padre ni es santo. Es un Papa, que miente tanto que parece que ha perdido el norte al decir que España está en guerra. La verdad, que lo que diga este Papa resbala desde hace tiempo a mucho católico, apostólico y romano. No es creíble. Es un manipulador, y de los malos, en todos los sentidos.

Miren, dice que no viajará a España "hasta que no haya paz". Lo más curioso es que nadie ha visto la guerra por sitio alguno, y él es tan sinvergüenza que lo que va a lograr con sus impertinencias es arruinar al sector hostelero español, beneficiando, sin duda, al marroquí, donde se conoce que ha hecho buenas amistades. Y no es eso, hombre, no es eso. Por mucho Papa que se considere no puede decir mentiras ni levantar libelos contra un país, España. No puede este miserable desacreditar a nuestro país, así porque así, porque le viene en gana.

Vamos, que ya estoy viendo al ministro Borrell presentando una queja, de las grandes y como Dios manda, ante el Vaticano, y que sea ahora este minúsculo país el que pida perdón a España, que ya está bien de aguantar que hasta un presidente de una mezquita sevillana venga exigiendo pedir perdón por la Reconquista. ¡Joér, él puede pasar de la Conquista y de las barbaridades, con barbarie, que cometieron con los españoles los suyos hasta llegar el propio Almanzor a Zamora! ¡Por recuperar lo nuestro hay que pedirle perdón a los musulmanes! Y a los mexicanos por la Conquista de América. ¡Y a quién más; que lo diga!
El Papa se ha equivocado de tomo y lomo, o lo han equivocado. Es igual lo uno que lo otro, pero que pida perdón, por semejante sinvergonzada. El Gobierno de España, repito, no puede dejar así esto, que es muy grave, que el Papa -ya no me atrevo a llamarlo Santo Padre- pueda sacarse de la manga, que, a lo que se ve, la tiene muy ancha, semejante gilipollez, pero que por ser él quien es, duele, no mucho, ya digo. Este hombre, que es hombre, está muy desacreditado
Aquí, en España, lo único que hay, por si es a eso a lo que se refiere, es un juicio contra unos golpistas que han intentado saltarse el orden establecido. No hay más. Los que siguen intentando alterar la paz de este nuestro país -el séptimo a nivel mundial catalogado como una de las democracias más íntegras- son unos pocos violentos catalufos que viven del dinero con el que los subvenciona la Generalidad catalana.
Esos malvados son los que se denominan CDR y sus guerrilleros de Arran. Se dicen pacíficos y demócratas. Esta mañana, por ejemplo, la emprendieron contra los mocetes de la Escuadra a pedradas, botellazos y todo lo que se les venía a la mano, porque no querían que los de Vox de Abascal celebraran un acto electoral en Barcelona. Pues, al final, y pese a la alcaldesa laPescadera, Abascal congregó a miles de personas, ante las que prometió que si llegaba a gobernar suprimiría la autonomía catalana e ilegalizaría a todos los partidos independentistas. ¡Con un par! De lo que está falto el presidente Sánchez, que le está permitiendo de todo a los golpistas, hasta el punto de que está logrando que se forje una imagen más que equivocada de España en el exterior. Pero, Sánchez sigue en silencio ante las afrentas a nuestro país.