La unidad de España no se negocia

Es que antes que fraile fue cocinero. Y, como Dios, que decía Santa Teresa, se movía entre los pucheros. Eso sí que se lo cree el fray Bailón, que es Dios, para los socialistas Miguel Izeta. Es el del que Ábalos, ministro, considera que se ha portado de manera "inconveniente" con sus declaraciones, el que da a entender, más bien, que vaya putada nos ha hecho. Pero, ni lo uno ni lo otro, a no ser que el ministro no se haya enterado y que la orden la haya recibido el Bailón de manera directa, lo que ahí si que ya no hay duda que valga, del propio presidente.

La consigna la ha podido recibir fray Bailón del ministro o del presidente o de los dos a la vez. Un conciliábulo, vamos. A ver si nos entendemos. Uno dice que el otro dice, pero que dicen los tres. Si ya fue el Bailón el que metió los perros en danza sacando a relucir lo del indulto a los golpistas, mucho antes de que comenzara el juicio, del que, ya ven, todavía faltan un montón de testigos por desfilar ante el Supremo.
El Bailón levantó un escándalo, pero para que nos fuéramos haciendo a la idea de lo que muy probablemente puede suceder si elPedroQué vuelve a fijar su domicilio en La Moncloa. A la vez, la correa de transmisión era una manera de comunicar a los secesionistas impresentables de la Generalidad que su jefe, Sánchez, estaba dispuesto a dialogar y a incluir, si no lo  llegan a pillar, hasta un relator en las conversaciones.

Pues, ahora, lo mismo. El Bailón avisa al nazi de la Generalidad que esto sigue tal cual, que nada sobre Cataluña existe en las ciento y diez medidas de laPesoé, para dejar el campo abierto a incluir las que sean necesarias en las negociaciones que se puedan entablar tras el 28A, porque, no obstante las conversaciones continúan por más que lo quieran ocultar las dos partes. De hecho, la respuesta ya la soltó en xenófobo catalán, advirtiendo de que si no hay relator, que, vamos, como si no hubiera gaseosa, que se irán y quien dice relator quiere que se le entienda también por indultos.

Hombre, todo son indicios, pistas que nos van dando. Es la manera de actuar de los socialistas; siempre igual. Sueltan el bulo, que, luego, desmienten, jugando al poli bueno, poli malo. Pero ahí lo dejan. Después, cuando al personal ya no le coge de sorpresa, caminito que llevan adelantado: ya no era bulo, era una realidad y hasta arguyen que no lo habían ocultado.

Más indicios. Ni un pelo movió elPresiSánchez para hacer cumplir los dictámenes de la Junta Electoral Central sobre la retirada de las estrelladas y lazos amarillos en lugares públicos dependientes de la Generalidad, como tampoco lo ha hecho contra los colocados en la "embajada" catalana en Londres. Tampoco ha hecho nada por cerrar todas las "embajadas que el neandertal de la Generalidad ha reabierto por el mundo, que se utilizan primordialmente, para poner a parir a España.

Ni hizo nada para que desde teve3 y   Cataluña Radio se dejaran de utilizar los términos "exilio" o "presos políticos" cuando se refieren en sus informaciones al huido de la Justicia, elPuchi, o a los chorizos juzgados por el golpe de Estado. No tiene intención Sánchez de tomar cartas en todos esos asuntos y mucho menos de implantar el 155.

Por eso, fray Bailón está por la labor, en colaboración con el Gobierno de elPresiSánchez, de que todo siga como está en Cataluña y que vaya pasando el tiempo y que desde las escuelas se adoctrine a los niños, para que, pasados los años, se llegue al sesenta y cinco por ciento de catalanes partidarios de la independencia y que esta -está por la labor el fraile- se les conceda. Sánchez ya tenía que haber roto relaciones con los socialistas catalanes -que estos sí que son independientes de laPesoé- y dejarle bien claro al fraile que la unidad de España no está en venta. Pero, como con el presidente de México, Sánchez permanece en silencio. Se calla. como un putas.