Empache de debates

Más que una Semana Santa nos están poniendo el suplicio de San Andrés. Coñe, qué pesados, qué pelmazos con los debates. Si a elPresiSánchez no le apetecía debatir, que está muy cansado de tanto volar, que no debata. Estamos hasta el moño de que si sí o de que si no. Ya somos mayorcitos todos para valorar el que acuda a un debate o lo rechace. Como dice el presidente del juicio contra los golpistas, Manuel Marchena, ya estamos nosotros aquí para juzgar la materia penal, más en concreto, en este caso, la penalización.

Pero, no. Aquí han tenido que darle el capricho a Sánchez de decidir si va o no va. En menos de horas veinticuatro hemos pasado de tener pendiente de un hilo si habría al menos un debate a cuatro a enfrentarnos -sí, enfrentarnos- con dos debates seguidos a cuatro. ¡Menudo empacho! Uno, el lunes en la televisión pública y, otro, el martes, en la privada Atresmedia. Vale, habrá que verlos. O no.

Por de pronto, ya nos hemos tenido que tragar las intervenciones carcelarias de uno de los Yordis y la de Yunqueras, el que todo lo ve, el que donde pone la bala pone el ojo. Los dos, cada cual a su manera, han concluido en Sánchez. Para el Yordi, resulta inevitable que Sánchez terminará cediendo a la celebración de un referéndum para la independencia catalana, mientras que para Yunqueras hay que esperar lo necesario hasta que, pro fin, Cataluña obtenga la independencia, porque para ello lo primero, y lo más importante, es apoyar a Sánchez sin marcar líneas rojas. Es decir que como por casualidad ganen las derechas están arreglados los independentistas-golpistas.

Es más listo Yunqueras que el borreguito Yordi. Tiene claro Yunqueras que no por madrugar amanece más temprano y que las líneas rojas vendrán después, cuando con la ayuda de los indepes, de los ultra izquierdistas podemitas, los peneuvistas -que siempre traicionan- y los terroristas etarras tengan instalado a Sánchez en La Moncloa. O sea que ya cuenta Sánchez con el apoyo por adelantado.

De todas formas, lo que tiene "encabronao" a más de medio país es el hecho de por qué los chorizos Yunqueras y el Yordi han obtenido el privilegio de poder participar en la campaña electoral desde la cárcel, siendo presos, estando acusados y juzgados por un Golpe de Estado. Resulta inaudito, incomprensible. A ver que alguien nos lo explique, pero de manera clara y convincente. Porque ya muchos pensamos que no sólo han irrumpido de manera escandalosa dos chorizos en la campaña electoral, sino que lo que piense el vulgo le trae al pairo a los que se lo permiten.

Sin embargo, el que anda por ahí pululando, como si estuviera prácticamente callado, es el ultraizquierdista elPabloManué. Hay que entender que es muy duro y muy difícil predicar ante, por y para los proletarios con un casoplón de más de seiscientos mil euros  en una zona privilegiada de la sierra madrileña y dos sueldazos del carajo, además de disfrutar de protección policial día y noche. Esta protección, que nadie ha justificado, nos viene costando a los españoles alrededor de seis mil euros mensuales. A ver si sale alguien a justificar la protección.

O a ver quién justifica en La Moncloa los viajes, ya no de los del Falcon, si no de los helicópteros Apache de las Fuerzas Armadas, que Sánchez utiliza un rato sí y otro también para darse unas vueltas por el cielo madrileño y que rompe la paz y el silencio y la concentración de los estudiantes de la Complu, que tiene al lado. A ver, que salga alguien a justificar los vuelos y la pasta que nos cuestan.