Una pretendida lección al Supremo

Así, así son ellos, los golpistas. Tenían que armarla en el juicio contra los golpistas. Tenían que hacer algo -porque van perdiendo- para tratar de menospreciar al tribunal, que éste quedara en ridículo, algo así como una manada de incompetentes. Lo han tratado, lo han intentado de manera burda, grosera. Se han llevado como testigo a un catedrático en derecho Constitucional, que escribió el Libro Blanco para los golpistas, para, en su caso, que el autor ridiculizara -si es que podía-  al tribunal que juzga a los golpistas.

Estuvo hábil el presidente, aunque un poco lento. Menos mal que desde el momento en que actuó cortando la farándula se mantuvo firme, como una roca. ¡Faltaría más! Aquí nadie viene a dar lecciones al tribunal, por muy catedrático que sea, por muy constitucionalista que sea, por muy autor de un libro blanco que sea. Lo que sí quedó en evidencia es que el profesor cayó tan bajo como el barriobajero abogado de uno de los Yordis, que fue el que lo citó como testigo. Una lección fallida, una humillación pretendida contra el Supremo.

Ya digo, son así estos elementos. Como el testigo elSandalio, vinculado a los aberchales, en particular con elGordo, Otejjji. ElSandalio, que ni se sabe ya de quién es, si de los proetarras, de los violentos cuperos o de los cederre, presumía ante el tribunal de haber estado preparando el UnoaCero durante bastante tiempo y de incitar a constituir muros humanos -personas con los brazos entrelazados- para impedir la entrada en los colegios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Vamos que eran él y a los que animaba a ello -más de trescientos- los no violentos y los más demócratas. O sea, los pacíficos. Sólo le faltó tirarle una sandalia al presidente del tribunal, sobre todo cuando la acusación popular le preguntó que si en los cursos que impartía a la ciudadanía había aberchales entre los instructores. Ahí, se le cayeron los palos del sombrajo. Quedó "retratao", al descubierto. Pedía auxilio a Marchena.

Al descubierto y en la calle se ha quedado el guionista de "Los 40", de la SER, por sus "comicidades" de mal gusto, mala educación y, quién sabe si acaso, una actuación delictiva con sus diatribas contra los afectados por síndrome de Down y las personas que padecen cáncer.

Pues sí, hombre, pues sí, qué menos que un despido a tiempo. David Suárez se lo ganó a pulso. Se lo venía buscando. Pena que no le sucediera lo mismo cuando hizo el guión de Dani Mateo y este se moqueó en la bandera de España, en laSexta. Bueno ahí habrían tenido que ser los dos los despedidos: el que lo escribió -la cabeza pensante, que se dice, o el autor intelectual- y el otro que ejecutó, la cabeza loca, lo que el anterior escribió.

Si se hubiera hecho efectivo el despido cuando tuvo que ser, tanto la SER como laSexta se habrían evitado muchos males. Pero, ambas empresas han reaccionado tarde. Lo mismo que laPepé, que colocó a Ángel Garrido como presidente de la Comunidad de Madrid. Nunca fue del agrado de la militancia y poco más de los ciudadanos, porque era un presidente, principalmente, anti carismático. Se veía venir la traición a laPepé y la gran acogida por parte de Rivera, que no ha estado muy acertado, una vez más, con recibirlo, y menos a estas alturas, cuando hay que dar los pasos con pies de plomo.