A insultar, a su casa

Mal, pero que muy mal le salió a los aficionados barceloneses y al suyo propio equipo lo de la Copa del Rey. Con lo fácil que lo tenían. Quiero decir que si a lo que van es a pitar, bastante tontos son gastarse un viaje con sus incomodidades incluidas hasta Sevilla y, nadie da duros a pesetas, pagar una entrada. Con no haber ido y no haber pagado la entrada se lo habían evitado. Pero, eso mismo podía haber hecho el equipo de Barcelona. Si tanto desapego tienen al Rey y al Himno de España, que se retiren de la competición.

Porque, esta vez, como no estaban los mierdas del Bilbao la pitada no pudo ser tan atronadora y terminaron los barceloneses por ceder ante los aplausos de los valencianistas, aplaudían más fuerte que los que ellos pitaban. Pero, esto se resolvía muy fácilmente, como hacen los gabachos, que lo serán, pero de sus símbolos no se ríe nadie, ni los humilla nadie con pitidos y alaridos salvajes. Lo tienen muy claro los franceses: acto donde se trate de humillar a Francia, a los franceses y a sus símbolos, acto suspendido. Se acabaron los problemas.

Ahora que todavía nadie ha dado en el calvo para solucionar el problema que desde hace más de una semana viene sucediéndose día tras día en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. No hay día que pase sin que se produzca el escándalo