Europa contra Bélgica

Mal día, malo, para los golpistas e independentistas. Coincidiendo con la prueba de vídeos -que, dicho sea de paso, han sido expuestos sin mucho orden ni concierto- en el juicio contra los delincuentes, la fiscalía ya da por hecho que, por si hubiera dudas, descarta definitivamente la acusación contra ellos de la sedición y que se centrará en la de rebelión, que es mucho más grave, y que no quería el presidente del Gobierno. Sin embargo, sí será esa la acusación definitiva por parte de la Abogacía del Estado, de acuerdo con Sánchez.

Estos dos hechos llegan acompañados por la sentencia -por unanimidad de sus miembros- del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que da por buena la suspensión por parte del Constitucional de suspender el Pleno del Parlamento catalán, en el que elPuchi tenía previsto proclamar la independencia de Cataluña, el nueve de octubre de 2017, apoyándose en el resultado del referéndum ilegal -y desastroso en su conclusión- del UnoaCero.

El Tribunal europeo, con su decisión, da al traste con la demanda presentada por el Parlamento catalán, Forcadell y setenta y cinco diputados catalanes, hasta el punto de declarar "inadmisibles" todos los apartados de la demanda. concluyendo que la suspensión del Pleno por parte del Tribunal Constitucional español era " una necesidad social imperiosa". Argumentan, igualmente, los jueces de este tribunal europeo que la suspensión, además, "era necesaria en una sociedad democrática", argumentando su sentencia en tres pilares: en particular para el mantenimiento de la seguridad pública, la defensa del orden y la protección de los derechos y libertades de los demás.

Casi nada lo que sentencia -recordamos por unanimidad- el TEDH. Los presos golpistas tienen que tener la moral en los suelos. El tribunal europeo viene a decirles, ni más ni menos, que sí, que cierto, que realmente son unos chorizos, que intentaron subvertir el orden constitucional español y el régimen democrático, en contra de la Ley y los derechos de todos los demás españoles. ¡Coñe con los pacifistas demócratas!

En conclusión, se puede inferir de esta sentencia que, en efecto, lo normal es que estén siendo juzgados por un grave delito -como es la rebelión o, en su caso, la sedición-, con el que los juzgados pudieron provocar males mayores para el país, como los que propone el guerra civilista y nazi xenófobo presidente de la Generalidad. Y si esto lo reconoce implícitamente el TEDH, el Estado español a través de la Justicia, debería volver a reclamar a Bélgica, primero, y a Alemania, después, la extradición automática de elPuchi por los delitos de rebelión, sedición y malversación de dinero público utilizado para delinquir. El juez Llarena tenía toda la razón; Alemania, Bélgica y Suiza, no.

No habría que esperar al diecisiete de junio, cuando el golpista, que vive como un marqués en Waterloo, debe acudir al Congreso de los Diputados a recoger su acta de europarlamentario, si es que pretende ejercer como tal y siempre que se atreva a pisar suelo español -está vigente la orden de busca y captura contra él en España-, como ha venido presumiendo que iba a hacer. Pues, que venga, a chulearnos el valiente hombre bajito y cabreado, émulo de los cobradores del frac.