Marchena, ridiculizado

Nadie puede llevarse a engaño, o sorprenderse, de la actuación de los golpistas en el Congreso de los Diputados. Se la han jugado al juez Marchena, que fue quien les dio el permiso para acudir a las cámaras para "registrarse" como parlamentarios españoles. En lo que se dio la vuelta Su Señoría, los delincuentes, a los que está juzgando, se pusieron a cantar. Son como niños, pero malos; tienen el demonio metido en el cuerpo. ¡Como para fiarse de ellos! Son los que se dicen pacifistas y demócratas, y que no son otros que unos instigadores a la violencia y a la desobediencia.

Desobedecieron cuando gobernaban en Cataluña, convocando un referéndum ilegal. E instigaron a la ciudadanía a la violencia con esta convocatoria. No pasó más, pero podía haber sucedido una tragedia, como bien advirtieron a elPuchi los mandos de los mocetes de Escuadra. Ni son pacíficos, ni son demócratas, ya digo.

En estas estamos mientras vemos al nazi xenófobo presidente de la Generalidad catalana animando a las juventudes de Arrám -hijos putativos de las Cup- a empujar hasta donde puedan, incluso hasta una guerra civil, si hace al caso. El neandertal de la Generalidad ya está anunciando una Declaración Unilateral de Independencia (DUI), que hará coincidir con la sentencia del juicio a los golpistas, sus colegas y amigos, a los que tanto echa de menos y tanto quiere.

Aunque a decir verdad, ya ni se sabe si este subnormal de la Generalidad es así porque lo es, lo lleva en los genes, o porque se lo provoca el líquido espirituoso -uno de aquellas tierras- al que tanto es aficionado. Ya ven, va a apoyar la creación de una cooperativa, de la que forma parte uno de sus sobrinos -de las Cup- para la elaboración de ese líquido. A lo que parece, no quiere que le falte de ninguna manera esa bebida, que le sirve para que se le pongan los mofletes "coloraos", como el color de los ratones.

Pues eso, que a Marchena se la han "pegao" los golpistas: han estado rodeados de los de su grupo parlamentario y han hecho declaraciones, aunque sea a cámaras de los teléfonos, que han difundido a través de las redes. Ya sabe Marchena con quién se la juega: unos sinvergüenzas, además de delincuentes golpistas. Asistirán a la constitución del Congreso y se volverán a pasar las instrucciones del juez por la entrepierna. Es más, ya son más conocidos que el tato, y buscarán la manera de dar la nota. Y nadie se va a extrañar de la imbecilidad que soltarán en el momento de aceptar la Constitución. Cualquier exabrupto. Hasta algún insulto.

Aunque tarde, se le ha ocurrido a los de la oposición que pueden solicitar la suspensión como parlamentarios de estos delincuentes. ¡Sí, señor, se les ha ocurrido a ellos solitos! ¡Qué machotes! Es ahora cuando se dan cuenta de que si los golpistas pasan el examen de las dos mesas -Congreso y Senado- van a tener como compañeros de pupitre a unos chorizos bien alimentados. Y no es bueno hacer el camino llevando por compañía delincuentes, sinvergüenzas y navajeros, que, a la primera ocasión, la espetan por la espalda.

De poco le ha servido al juez Marchena tratar de congraciarse con los abogados defensores de los golpistas. Porque, en efecto, la reunión que convocó el jueves fue para eso, para el "vamos a llevarnos bien". Los presos, ni puto caso; los defensores, ya se verá.