Traductor

Buscar en este blog

sábado, 18 de mayo de 2019

Miserables indepes

Hay que ver. Esta gente, los indepes, además de delincuentes son malas personas. ¡Están empezando a cansar! ¡Se están pasando metro y medio! Lo más cabreante de todo es que nadie los está parando. Así, claro, se sienten y, además, se creen que son los dueños y señores de las calles. En realidad, son unos mamelucos, asquerosos y miserables cobardes, que para sus fechorías se escudan en personas mayores, en impedidos y en los niños. Detrás de ellos se esconden, porque, bien lo saben, no tienen ni dos obleas de las de oficiar misa.

Los miserables la emprendieron con Marta Sanchez, cuando se disponía a actuar en concierto en la localidad catalana de Mataró. Le llovieron huevos de todas partes, y el odio se respiraba en el ambiente. Porque, ya saben, Marta Sánchez es aficionada a interpretar a su manera el himno nacional de España. Lógicamente, a estos indepes lo que menos gracia les hace es oír hablar, y bien, de España, y mucho menos escuchar la sintonía del himno nacional.
A Marta, que a lo que se ve, y ha demostrado, lo que menos le importa son los indepes. Allí se plantó a cantar, y dicho y casi hecho, porque tuve bemoles para ni siquiera hacer una interpretación y "largarse". Asó lo dijo: "yo me largo". Y hizo muy bien. El alcalde de la ciudad, socialista por cierto, parece, eso dice, que está investigando para averiguar quiénes fueron los autores de los hechos, cuando lo que tenía que haber anunciado es que ya había presentado por parte de la Corporación una denuncia ante el juzgado de guardia. Pero, ni por esas.
Ahora, que es peor lo del periódico El País, que tras relatar los hechos a su manera, claro, los califica de "gamberrada". Una gamberrada que pudo acabar en tragedia, porque la gente, el público que abarrotaba el lugar de los hechos, lo abandonó de forma desordenada en cuanto tuvo conocimiento de que el espectáculo se suspendía. Ese tipo de abandonos, por desgracia lo sabemos bien, en estampida, puede originar daños irreparables en las personas. Los de El País, como los indepes, han perdido el norte. Los que originaron el conflicto fueron los de Arram, los hijos putativos de las Cup. Y si no se han enterado los sagaces periodistas "paisenses", que se lean este blog. Que ya está bien, que aburren hasta a las moscas.
Como sería para los plumillas apesebraos una gamberrada el acoso y derribo de los podemitas contra la ciudadana Villacís, en la pradera el día de San Isisdro. O el repugnante escrache contra los ciudadanos que protestaban contra los akupas. También les llovió de todo a los ciudadanos, mientras les gritaban que no los querían ver por su barrio. O sea, que además de delincuentes okupas, son okupas delincuentes dueños de barrios. Está bien saberlo, y que se entere laSeñáManuela, de paso.

1 comentario:

  1. Yo lo tengo claro. A mi me hablan en un dialecto peninsular que no sea el castellano y contesto con una retahíla de insultos en cierto idioma europeo impronunciable, y marica primero el que cambie al español. Mira que me gusta aprender idiomas, chapurreo media docena, pero esos, ni borracho. A lo sumo, hacer una gamberrada como a uno que te pregunta en vasco si es el tren a Bilbao, le pides que te diga en castellano, sigue en vasco, pues le digo en perfecto euskaldún que tal tren es el suyo... cuando es el de Madrid. Jejeje. Ya lo he hecho.

    ResponderEliminar

Comentar con respeto