Tontos e imbéciles o ambas cosas a la vez

Del fracasado podemita de extrema izquierda elPabloManué ya no se abe qué pensar, si es que es tonto o si es que está por hacer. Resulta que los resultados catastróficos de su formación política, la de Unidas/os han pasado por delante de sus morros como si nada hubiera ocurrido, como si no se hubiera resquebrajado el invento podemita. Nada. Ni tan siquiera se ha planteado ni se plantea dimitir. Ahí sigue, con su compañera laMontera, como la puerta de Alcalá, viendo las cosas pasar, como si con él y con ella no fuera la debacle podemita.

Lo que le importa al pollo es estar en el Gobierno de Sánchez. Como sea. Aunque, fíjense, le den el puesto del tío de la moto, el que lleva las comunicaciones de los ceses. El caso es estar. Ha caído más bajo que lo más bajo que ha caído su partido. Pero, ya digo, no le importa, porque sus gentes lo quieren y lo adoran; al menos, eso sigue pensando él, en compañía de ella, mientras Sánchez le da carrete y le afea sus exigencias cuando ya no tiene el apoyo social que tenía o creía tener.

Pero, el tío se va para Barcelona y se larga un espiche ante el Círculo de Empresarios, no círculo podemita, los que propagan boicotear a las empresas españolas y se plantean declarar, ya, persona non grata al Rey de España. Los del Círculo tuvieron como invitado antes al nazi xenófobo presidente de la Generalidad, quien salió de allí escaldado, con el rabo entre las piernas, porque si él es independentista, los del Círculo más, aunque reconocen -la pela es la pela- que la economía de la región va de mal en peor y que la Generalidad no tiene puñetera idea de cómo arreglar las cosas.

Pues, ni corto ni perezoso, es más como futuro ministrable, el podemita de extrema izquierda les soltó unos bombazos a los catalanes del Círculo que los dejó temblando y tiesos: aumento de impuestos a los empresarios, jornada de treinta y cuatro horas semanales y salarios mínimo de 600 euros. Sobre todo esto último, que hay gente que a duras penas llega a final de mes y no tiene dónde meterse. Sonrojo ajeno o vergüenza ajena, que en el ambiente se configuraba el casoplón que el futuro marqués tiene como vivienda. ¡Tiene cada ocurrencia! Ni mujer del Cesar ni parecerlo. Pero todavía no se da cuenta el incauto y frívolo militante de la extrema izquierda que lo del casoplón y los ataques a Ortega, además de otras insensateces, imbecilidades e incongruencias incompatibles ideológicamente lo están llevando a la ruina, y a su partido también.

Le sucede lo mismo que al guerra civilista de la Generalidad catalana, que no se sabe si es tonto, imbécil o se hace las dos cosas. Ahora, al payaso de la Generalidad se le ha ocurrido que tiene que pedirle al Gobierno de España que deje en libertad a los presos golpistas y que, encima, los indemnice por todo el tiempo que llevan en prisión preventiva. Argumenta su petición en el dictamen de un grupo de la ONU, que ha llegado a España para decir que los golpistas deben estar en libertad. ¡Jejé! Qu le pregunten al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Precisamente, de ese grupo el Gobierno español ha solicitado a la ONU que cese de inmediato a dos de sus integrantes, porque, en resumidas cuentas, son unos canallas, como poco, y que, en este caso en concreto, se pasa por la entrepierna lo que opine o deje de opinar el grupo. El nazi, como ignorante que es -aunque malo como un rayo- desconoce que la libertad de los golpistas depende de la Justicia, para que se aplique el cuento cuando los delincuentes estén bajo su jurisdicción.