Sánchez, en su sitio

Ya se necesita ser gilipollas o descerebrado, o, quizá, ambas cosas a la vez, para decir lo que dijo el gilipollas y tonto consejero de Interior de la Generalidad catalana, un tal Buch. Se conoce que es cuestión del cargo, porque su antecesor en el mismo no tiene nada que envidiarle, y terminó, como saben, en el banquillo de los acusados, ante los jueces del Tribunal Supremo por el Golpe de Estado. Forn fue consejero de Interior de la Generalidad mucho menos tiempo que el que lleva en prisión. Ya ven, el listo. Hasta puede que tenga que decir: y lo que te rondaré morena.

Así, al tal Buch sólo se le ocurre que la actuación de la Unidad Militar de Emergencia, más conocida por la UME, en el incendio de Tarragona se enmarca en la línea de colaboración entre dos estados vecinos. Es decir, que la fuerza militar del Estado español colabora en apagar el incendio en el vecino Estado catalán.

Ya digo, de gilipollas para arriba y descerebrado de encerrar, el tal Buch. No sabe que la UME es una fuerza militar especializa y preparada para actuar en todo el Estado español, siempre que se le requiera o sea necesaria su presencia. Dentro del Estado español, lo desconoce el tipejo, se encuentra Cataluña. Hete ahí que lo han pillado. No desaprovechan la ocasión los golpistas, incluso en una gran desgracia como está siendo el incendio de Tarragona, para expresar su odio a España. Este Buch tiene menos sesera que Forn y Torra, el nazi xenófobo presidente de la Generalidad.

No tienen la valentía de reconocer los tres -elnazi, Forn y Puch- la inoperancia e incapacidad de los bomberos catalanes, todos ellos enchufados en sus puestos funcionariales. Están aprendidos en otras materias, como el participar en las algaradas callejeras, como las producidas en las calles catalanas durante el Golpe de Estado. Allí estaban ellos, los bomberos, en primera fila y, cuando no, portando las banderas independentistas en los vehículos de servicio, haciendo sonar las sirenas.

¡Estos también tenían que haber sido juzgados por su colaboración necesaria en el Golpe, lo mismo que los mocetes de la Escuadra, incapaces de parar los atentados yihadistas de las Ramblas el verano pasado. Estaban advertidos de que se podía producir, pero como si nada. Sí supieron, sin embargo, los mocetes mantener el secreto de dónde se escondía las urnas para el referéndum del UnoaCero. ¡O acaso tampoco los sabían, lo que es más grave todavía!

En cualquier caso, ambos cuerpos -el de la Escuadra y bomberos- debieron ser disueltos con la aplicación del 155. No tuvo bemoles Rajoy para ello; tampoco Sorayita, la amiga de Yunqueras, al que le ha dicho el presi Sánchez que "no te preocupes".

Puede que la postura del amigo de Yoniwalquer fuera la de hacerse el tonto, como bien declaraba días atrás el expresidente del Gobierno, que en muchas ocasiones aun teniendo el poder conviene hacerse el tonto. Ahora ya sabe las consecuencias. La herencia que nos dejó a los españoles en todos los sentidos. Y nosotros no somos tontos, que sabemos lo que queremos.

No fue capaz Rajoy de poner a los golpistas y a todos los aliados en su sitio. Tampoco está haciendo mucho más elPedroQué? que anda pisando la línea roja de la traición a España, como la pisó con creces el también socialista elCetapé. Sí ha sido el presidente de los Estados Unidos, un tal Trum, el que le ha parado los pies y ha colocado en su sitio a Sánchez. En la reunión del G20, Trum le ha dicho ha Sánchez que se calle y que se siente en su sitio. Recordaba la imagen a la  del Rey de España, Juan Carlos, cuando le preguntó -y ordenó- al gorila venezolano que por qué no se callaba. En esta ocasión, entre broma y risa, el presidente Trum puso a Sánchez en su sitio, pese a que le dijera que España le gustaba mucho.