Visto para el indulto

Hay que ver, lo malos que son los malos. Listos e inteligentes, no. Malos. Por eso, muchas veces, cuando ellos vuelven, todavía los buenos ni han salido. Es el caso ahora, del presidente socialista Sánchez. Miren a dónde ha desembocado el "no te preocupes" que le lanzó a Oriol Yunqueras el día de la constitución del nuevo Parlamento nacional: en que la Abogacía del Estado -presente en el juicio porque tenía que estar- ya se ha mostrado partidaria de dar permiso al golpista para hacerse con el acta de eurodiputado. ¡Casi nada!

La libertad a la puerta, o la puerta abierta a la libertad para elYunqueras, que esta vez sí ha sabido -pero con la inestimable ayuda de Sánchez- poner la bala en su sitio. Para él el juicio por rebelión ha sido un pasar el rato, hasta llegar a la inmunidad parlamentaria que se puede llevar por eurodiputado, como se llevó que la Abogacía del Estado -al servicio del Gobierno- solo lo acusara de sedición y no de rebelión. Órdenes directas de Sánchez. Y las órdenes órdenes son.

Siempre nos queda la palabra contra este golpista, del que dicen era la cabeza pensante del Golpe, aunque la visión no lo parece tanto; le engañó  más el ojo que el papo. Porque la Fiscalía parece que continúa resistiéndose a las presiones del Gobierno de Sánchez -que eso lo sabe hacer muy bien- y se ha mostrado contraria a lo que la Abogacía, que de nuevo hace el ridículo, parece que ve de lo más natural. Serán los jueces los que decidan.

Sólo nos faltaba que el "gordito" se nos fuera de rositas como eurodiputado, choriceara a la Justicia y se moviera por todo el territorio nacional como pez en el agua, mientras prepara el siguiente Golpe de Estado con total impunidad. De hecho, el Golpe no se ha parado y continúa vivito y coleando, con el nazi xenófobo de la Generalidad al frente. El neandertal catalán se va a rodear de casi trescientos "paramilitares", que dependerán directamente de él y ha armado a los mocetes de la Escuadra, con permiso de Sánchez, de armamento de última generación, en cuya compra ha podido haber una malversación de dinero público, estilo "3%". Además de lo uno, lo otro.

De otra parte, el ministro de los Interiores, Marlasca -quién lo viera y quién lo ve-, nos ha anunciado también que los presos volverán a las prisiones catalanas, o, como quien dice, a casa. Pero, vuelven porque lo quiere el Gobierno de España, que no nos vengan ni Sánchez ni Marlasca a decir que es que no pueden impedirlo. O sea, que ya saben a lo que nos exponemos. Solo hay que ver el caso del chorizo hijo de Pujjjol: la Generalidad le ha dado permiso para salir a trabajar o a hacer obras sociales -jéjé-. Ha sido el ensayo del loco de la Generalidad, para hacer lo propio con los golpistas. Así que ya casi ni les hará falta el indulto; aunque, es muy probable que lo haya. Pero, entre que sí y que no, permisos al canto para los rebeldes.

Todo esto se prevé cuando, hoy mismo, el juicio contra los golpistas ha quedado visto para sentencia. Han sido los rebeldes los últimos en tomar la palabra. De vergüenza ajena, que para eso son golpistas: han insultado a los fiscales y a todos los que en el juicio no estaban de acuerdo con ellos. Estos pacíficos y demócratas golpistas hasta han insinuado que el tribunal que los ha juzgado y el juicio en sí son una mierda. Han soltado soflomas políticas -que esas sí que eran una mierda-, hasta el punto de resultar vomitivos. Pero ninguno de ellos ha mostrado el más mínimo arrepentimiento. Lo que se traduce en que en cuanto les sea posible volverán a intentarlo, el Golpe de Estado.

Precisamente, laForcadell -la expresidenta del Parlamento catalán, la "mosquita muerta" que continuamente gritaba "¡Viva la república catalana libre"!-, toda vestida de amarillo -por qué será- protagonizó una de las intervenciones más bochornosas. sobre todo con respecto a sus compis de banquillo.  Sería porque de nuevo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado, precisamente hoy, en su contra el recurso que presentó por estar en prisión provisional, por golpista. Mal día hoy pata la histérica Forcadell.