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viernes, 7 de junio de 2019

Zamora, comunista, contra Dios

Es de suponer que la Junta de Castilla y León abrirá, sin más dilaciones, una investigación -y en profundidad- por los hechos acaecidos en la ciudad de Zamora durante el desarrollo de los exámenes de la EBAU -antes selectividad-, en el Campus Universitario Viriato, antes cuartel militar, que los ciudadanos arrebataron al ministerio socialista Narciso Serra, tomándolo al asalto. Se pensaba el ministro catalán de Defensa que Zamora se tomaba en una hora; fue, sin embargo, Zamora la que tomó el cuartel -su Cuartel- en menos de media hora, amargándole al catalán el día de su cumpleaños.
Como es sabido y notorio, Castilla y León tiene la fama cogida de que las pruebas de selectividad más duras se producen en esa región. No es de extrañar que los jóvenes aspirantes a universitarios accedan a las mismas un tanto, en principio, acobardados y, a la vez, cabreados porque en otros lugares es más fácil y se sacan notas más altas que son aprovechadas para quitar puestos de estudio a los autóctonos, y eso no está nada bien. La verdad, cabrea.
Pues fíjense si se aferran a lo que sea necesario que unos alumnos zamoranos, acompañados de su profesora tutora, monja ella, antes de comenzar los ejercicios obligatorios de esta dura prueba rezaban en un aula del Campus Viriato. Unas oraciones de nada, a las que estaban acostumbrados antes de comenzar la tarea diaria en su colegio. A decir verdad, circulan por la ciudad del romancero dos versiones sobre los hechos.
En principio, parece que los alumnos que rezaban, todos del mismo colegio, La Medalla Milagrosa -un privado concertado, de las Hijas de la Caridad, ubicado en una de las zonas más céntricas de la ciudad- se daban cita en esa aula y una vez pasado el tiempo de oración se volvían a la que le tocaba para examinarse. Hay quien cuenta que ni se movían del aula, porque la llenaban entera solamente los alumnos del citado centro escolar.
En uno u otro caso, los alumnos vicencianos, oraban antes de comenzar la prueba, con tiempo más que suficiente para no molestar a nadie ni entorpecer el desarrollo normal de los ejercicios de la EBAU. Pero, hubo algún profesor -o varios- de los encargados del aula durante la celebración de las pruebas, que intentó impedírselo, lo de orar, argumentando el genio y figura que eso, lo de orar, no se podía hacer, porque Zamora es comunista.
No se le ocurrió al profesor -o profesores- decirle a los muchachos que eso no se podía hacer, lo de orar, porque estamos en un Estado aconfesional y esa actitud, de oración, en un lugar público podía ofender a otros compañeros suyos, que, por cierto, ni se enteraron de los rezos de los de la Milagrosa. No, no. No se podía orar, porque Zamora es comunista, porque el comunista Guarido ganó las municipales. Así que, ya saben, los zamoranos están ahora contra Dios.
Esto, ya digo, no puede quedar aquí y así. La Junta tiene que abrir  una investigación y abrir expediente, si es que hay que abrirlo, a los profesores comunistas, porque con su actitud obraron una amenaza contra los jóvenes oradores, la monja que los acompañaba, el centro escolar La Milagrosa y los padres de los alumnos, muchas familias. Hay que desenmascáralos, al profe o a los profes, comunistas o no, a los que sólo les faltó por decir que Dios no existe; se llama Stalin.

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