Cuestión de Estado

Claro que claro. La pena es no poder estar todo el tiempo, no digo ya en la tribuna de invitados del Congreso, sino en el sofá viendo y escuchando por la tele el debate, pero sin hacer ni puñetero caso a los comentaristas, que mejor se callaban. Sobre todo por ver algunos momentos y a algunos elementos. Sánchez, a lo suyo, sin mayor importancia; el comunista de extrema izquierda, elPabloManué, a lo suyo y a lo de los demás, que, si puede, se lo lleva para el casoplón de Galapagar; este era el que iba a barrer la casta, para ponerse él, por supuesto. Evidente. Ya lo hemos visto.

Lo del parlante vasco de laPeNeuve, de delirio y de vómito. Ya se sabe: son los que siempre, tarde o temprano, traicionan. Más que vomitivo, nauseabundo. ElEsteban da asquito. No les digo ya de los catalanes separatistas y golpistas. No tienen ni medio sopapo parlamentario, ni del otro, que es lo que buscan. Pues, que con su pan se lo coman.

Lo demencial, lo más de todo, fue la intervención de la portavoza socialista, la de laPesoé. ¡Puaff! De Vergüenza ajena. Qué digo ajena, propiamente suya Hasta sus propios compañeros miraban para las arañas de la sala tratando de contar los brazos de cada una de ellas. Adriana Lastra, pobrecita ella, no daba una; es que ni supo leer lo que llevaba escrito en los papeles, o lo que alguien le escribió, que, por cierto, en cualquier caso, no fue un lumbreras. De pena, penita, pena. Y es cuando algún desalmado, alguien que no tiene corazón ni sentimientos se pregunta, sin que nadie lo oiga, que cómo semejante esperpento ha podido llegar hasta ahí. ¡A caballo, en bici o en moto! Pero, "velahí" está.

Como esperpento resultó el momento de la votación, en el que las Unidas/Unidos votaron la abstención y solo la compañera del jefe votó que no; que ella, no. Es que se conoce que las Unidas/Unidos cambiaron de criterio en el último momento -para darle esperanzas al candidato Sánchez para la próxima- y no les dio tiempo a avisar a laMontero, la de los pelos en las axilas -que a mí me da igual, oigan, pero que la están criticando mucho por ello, por cuestión de estética-, que votó telemáticamente, con el ya consabido no. 

Por cierto, eso de la votación telemática tiene su gracia. O sea, que si habitualmente faltan a las sesiones exagerado número de diputados, ahora se lo están poniendo a huevo. Bueno, si es que va a ser así en adelante, que la señá presidenta del Congreso presida las sesiones desde su mesa de desayuno en Barcelona y, además, se ahorra el viaje. !Palasaca! Y así todos, hasta llegar a incluir a ujieres, secretarios y personal de la limpieza. ¡Qué bonito! ¡Qué bonito!

Ah, por si alguien no lo sabía "entodavía", Sánchez no fue elegido presidente. Ahora, no. Para más adelante. Si está todo estudiado y previsto, hasta las dietas de los diputados por su asistencia a otro pleno más. Queda la duda, no obstante, de si laMontero cobrará o no dieta. La respuesta es cuestión de Estado.