Echenique a Puerta de Hierro

¡Ja, ja, ja! Menuda tropa se va a llevar Sánchez a la mesa del Consejo de Ministros. Al menos, cinco podemitas. No uno, ni dos, ni tres. Cinco. Eso dicen los de la extrema izquierda podemítica, que les corresponde: cinco ministros, calculando la proporción de votos obtenidos en las elecciones. Y ya se atisban algunos nombres. Además del de la compañera del jefe, Irene Montero, elMayoral,  el comnunista Alberto Garzón y Echenique, de la nueva casta. Menudo impulso para este último. De Serrano se iría a vivir para la Colonia del Viso, o mejor para Puerta de Hierro, que así puede correr más el chucho. Porque pondrá el cartel de !cuidado con el perro! Desde luego, el que más vida dará al Consejo será Echenique cuando deleite al Gobierno con su !Chúpamelamingadominga!

¡Qué tropa! Ya digo. Sólo faltaba incluir al de las cocacolas, Espinar, el que se chingló dos seguidas cuando acababa de pedir en el Senado boicotear la bebida. Sí hombre, aquel que se hizo con un piso de Protección Oficial por cuatro perras y le gano, especulando, más de treinta mil euros, sin tan siquiera haber abierto la puerta de la vivienda. El "espabilao" se ha quedado sin cargo ministerial porque se fue antes de tiempo, calculó mal sus posibilidades de medrar por la vía de la oposición en el partido. Le salió el tiro por la culata. Bastante que llegó a donde llegó. Ahora que si tarda un poco más en dimitir se lo carga -carga también con él-  Sánchez, como está "mandao". La tropa habría sido completa.

De momento, el podemita elPabloManué le ha ganado por la mano una partida al socialista Sánchez, al que ha forzado a decir y desdecir si quería o no un Gobierno de coalición o de colaboración. Se ha visto obligado a pedirle al podemita que diera "un paso atrás", es decir que se quitara de en medio, si es que las/los Unidas/Unidos querían formar parte del Gobierno. ElPabloManué hizo caer a Sánchez en la trampa. Ahora ya no hay impedimento para que se pueda forma el Gobierno de Coalición. ElPabloManué se ha retirado, dio ese paso atrás que le pedía Sánchez. Pero, Sánchez afirma que será él quien elija a sus colaboradores, sus ministros podemitas. Comienza una nueva mano.

En cualquier caso, y siempre que, de una u otra manera, se forme ese Gobierno de Coalición, Sánchez tendrá que plantearse desde ya cómo resolver las problemas que los ministrables podemitas le van a plantear ideológicamente y  de actuación, principalmente con respecto a Cataluña. 

Precisamente la situación catalana fue una de las primeras excusas que veía Sánchez para admitir al propio Iglesias como vicepresidente de su Gobierno. Ese problema en el que Sánchez acusaba al podemita de no defender la democracia española, porque piensa que en España hay presos políticos, permanece. Si se quiere, está en un momento álgido en el que los golpistas se preparan para una nueva ofensiva independentista, que bien lo dijeron en las postrimerías del juicio: "no hemos hecho nada, pero volveremos a hacerlo". Encima, gilipollas.