El pecado del Marqués

Mírenlo, mírenlo ahí está el exseleccionador de fútbol, de la Selección Española, de La Roja. El señor marqués, Vicente del Bosque. Mejor callado que diciendo tonterías. ¡O es que el señor marqués está senil! Ahora nos sale con esas. Llevaba tiempo rumiando su gran fallo y su falta de decisión y valentía, y ha venido ahora, casi casi como un barriobajero, a soltar su vómito. Lo hizo mal entonces y lo está rematando ahora. No supo asumir el daño que hizo a la afición y a España y pretende desquitarse. Mejor estaba silbando.

Es que Vicente del Bosque no supo escuchar a la afición, que le gritaba, a esa afición que silbaba al central catalán, Piqué. Él, el marqués, pasó de todo y de todos y, haciendo piña con el jugador, lo mantuvo en el terreno de juego, siempre como titular. ¡Con la de centrales que hay en España, tan buenos y mejores que Piqué, que sólo esperaban una oportunidad!

Pero, el hecho de que Asensio y Rodri renunciaran a formar parte de la Selección Sub21 ha disgustado, por no decir cabreado, al marqués, que se ha cogido un rebote de tres pares de narices. Hasta el punto de preguntarse que qué hubiera pasado si estos dos jugadores fueran catalanes y hubieran renunciado a la Selección Española. Ahí está el quid de la cuestión.

No se puede quitar de encima lo de Piqué, ni lo de Javi, ni lo que en su día fue el entrenador catalán -que no tiene un pelo de tonto, pero sí mucha maldad- que va menos preciando por el mundo a España y a todos los españoles. Asensio y Rodri tendrán sus razones -con las que se podrá estar de acuerdo o no, o sus respectivos clubes- para no querer formar parte de la Sub21. Al menos han tenido la valentía y la honradez de renunciar a ello.

No fueron tan valientes, ni la mitad de honrados Piqué, Javi, ni el sinvergüenza de Guardiola. Formaron parte del combinado español, de donde cobraron buenos cuartos, y a través del cual se hicieron famosos en el mundo. Su pertenencia a La Roja los encumbró. Y ya vieron cómo nos salieron los tres: "bragaos". Los tres independentistas, defensores de romper España, como los más puros independentistas y secesionistas, apoyando a los golpistas.

Esto es lo que le duele al marqués, el que defendiera a morir al más bajo y al más alto. Y ambos le salieron ranas. Y él no hizo caso a la afición. Se pasó a toda la afición por la entrepierna, como suelen hacer los independistas catalanes con todo lo relacionado con España.

Es barriobajera su postura, ahora, con los dos futbolistas a los que critica. Su pregunta sobre qué pasaría si fueran catalanes tiene una sencilla respuesta, la más lógica del mundo: ¡Olé sus cataplines! Al menos habrían tenido la decencia de negarse a participar porque eran contrarios a España. Eso lo quisieron ocultar, hasta que los destaparon, los jugadores a los que defiende, en particular Piqué.

Por cierto, el marido de Sakira ha sido condenado a pagar a la Hacienda española casi dos millones de euros por fraude a todos los españoles. Al marqués también lo defraudó, pero doblemente. Así es la vida, como ya debería saber el señor marqués. Que no quiera lavarse, blanquear su pecado con los que han tenido la valentía de renunciar a jugar con la Sub21, con todas las consecuencias.