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lunes, 1 de julio de 2019

ElCtetapé a sus zapatos

Muy necesitado anda elCetapé de guita o de publicidad, o de lavar su imagen bastante deteriorada desde sus episodios venezolanos. Insiste e insiste en que lo entrevisten y en que lo saquen por los medios. Tan pronto dice una cosa como la otra o se enzarza con los periodistas en polémicas absurdas que él mismo ha provocado. Lo importante para este tipo de gente que llegó al poder de rebote y, en realidad, son unos don nadie es que se hable de ellos, aunque sea para bien. Difícil lo tiene este, que se enteró de la crisis por los periódicos y, ahora, resulta que no negoció con ETA.
¡Amos anda! Además de querer blanquear a los asesinos etarras, como a Otejjji, se ha dado cuenta que él que necesita, de urgencia, un buen blanqueo. Está, ya digo, muy tocado por todos su movimientos en Venezuela, y quiere sentar cátedra en España, ayudando a su colegui, elPedroQué?, con el asunto de Cataluña.
Se cree un versado en el tema, cuando todo lo que hizo para sujetar a los independentistas y secesionistas, fue traicionar a su compañero de partido, secretario de los socialistas catalanes, entonces Pascual Maragall, y a sus espaldas negoció con el otro que tal baila, el delincuente Yordi Pujjjol. Ofreció a los malos el oro y el moro y se comprometió a dar su visto bueno a todo lo que los catalanes quisieran "colocar" en su nuevo Estatuto.
Anda ahora por ahí elCetapé dando lecciones a todos los españoles de cómo hacer para solucionar la situación catalana. No se le ocurre otra cosa al listo este que aseverar que no se es más español porque se exija la aplicación y el cumplimiento de la ley. Cierto es que no se es más español, pero tampoco menos. ¡Coño! Que es que parece que pretende que mientras los delincuentes políticos organizadores de un Golpe de Estado se saltan las leyes una tras otra y día tras día se las pasan por el arco del triunfo, los que las obedecemos y los que juzgan su cumplimiento seamos unos gilipollas.
Para eso, él, que ni insta a que se cumplan -su negociación con ETA- ni se esmera para que las cumplan los golpistas, como las cumplimos los demás. Es más, ahora quiere desdecirse, blanquearse repitiendo que no es partidario de los indultos a los golpistas, cuando hace dos días se planteaba que había que comenzar a estudiarse los indultos.
Mejor se calla. O mucho mejor todavía, que coja la "pontante" y se vaya a ayudar ya no a Maduro, sino a los iraníes. Siguiendo el camino y la estela de los podemitas, con los que tan bien se lleva.

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