El gilipollas de la ANC y, por extensión, todos los demás

Miren, ni lo siento ni lo dejo de sentir, estos separatistas son todos unos mierdas, por no decir hijos de mala madre. Ahí lo tienen, a un gilipollas integral, un dirigente golpista de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), un don nadie, que busca popularidad a cuenta de las desgracias de los demás. Tendrá, ciertamente, su minuto de gloria, pero no dejará de ser el resto de sus días un verdadero miserable. Si este es un mierda dirigente de la ANC, no quiero decirles, ya más, cómo serán los que tienen mando, como el golpista de los Yordis, en la cárcel.

Resulta que el comandante Francisco Marín Núñez sufrió un accidente mortal cuando pilotaba un caza C-101, con el que realizaba un vuelo de entrenamiento. Tiempo le ha faltado al anormal dirigente secesionista, Juan Marcos Jesús, para soltar su macabra gracieta, la de este animal con patas: "Espero que ninguna especie marina haya sufrido", en alusión al impacto que el piloto y su aparato sufrieron al contactar con el agua del Mediterráneo.

Pero no paraba ahí el imbécil, no. Para rizar el rizo, comentaba que un "catalán ha escupido al cielo y se ha caído un avión". Ni tampoco se cortaba en su espíritu supremacista esta pécora vestido de humano: "Así quieren invadir Cataluña". O con este otro comentario: "Uno menos que podrán enviarnos, cada día lo tenemos más fácil".

Ya me dirán si estos comentarios -aparte de dejar al descubierto al personaje como una mala bicha- no son incitadores al odio y, en su caso, constitutivos de delito. Se hace que se nos hace tarde para que el propio Gobierno -aunque sea en funciones- de España haya dado órdenes a la Fiscalía para que emprenda acciones legales contra este golpista en ciernes y gilipollas por antonomasia. En su caso, el Ejército del Aire debería estar ya poniendo la correspondiente denuncia. Al final, tendrán que ser los familiares, rotos por el dolor, quienes pidan que se haga Justicia. En cualquier caso, esos comentarios, a ese independentista, alguien tendría que hacérselos tragar. Con prisión o multa. O ambas cosas a la vez.

Son muy gilipollas, y unos verdaderos mierdas, ya digo, toda esta gentuza independentista catalanista. Aunque, la culpa es de quien se lo ha permitido. Sin ir más lejos, el expresidente del gobierno, el pepero, Mariano Rajoy, al que ahora le da por gritar que ¡Viva el vino! Pues, vale. No hacía falta que nos dijera nada, ya lo supimos en la moción de censura, cuando abandonó el Congreso buscando refugiarse en la compañía de YoniWalquer. Cuatro años estuvo en el poder, cuatro, con mayoría absoluta, y fue incapaz de pararles los pies a los golpistas. Cuando lo hizo, con el 155, fue como darles un respiro para reorganizarse mejor.

De Sánchez, el del Falcon y el Apache, qué les voy a contar. Allí tiene a su destacado, el fraile Bailón, preparándole el camino, para quién sabe qué están armando. Con eso de la investidura, cualquier cosa. Ahora que sí les digo que si las declaraciones del gilipollas de la ANC las hubiera hecho cualquier persona, cualquiera no catalana separatista, se habría armado gorda. Recuerden aquellos gritos de ánimo en Andalucía, cuando despedían a unos guardias civiles que se iban a Cataluña por el 155: ¡A por ellos! Poco menos que si los hubieran tenido, los secesionistas habrían sacado los tanques a la calle. Así solo pudieron sacar los tractores, cuyos dueños gozan de las subvenciones europeas por ser españoles. Ya les vale.