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jueves, 1 de agosto de 2019

El pacto, sin vergüenza

Lo de esta gente no es morro ni cara dura. Lo de estos en sinvergonzonería pura y dura. A la candidata a la investidura como presidenta de Navarra, la socialista Chivite, solo le ha faltado llevarse al Parlamento vasco un cubo con pintura blanca para blanquear a los Bilduetarras. Claro, para su investidura de mañana necesita la abstención de los terroristas, que, como decíamos ayer, significa, prácticamente, como si votaran a favor, junto con los Geroa Bai (laPeNeuve, que siempre traiciona), los podemitas del ultra izquierdista elPabloManué y los de la Izquierda Ezquerra. ¡Vaya tropa!
Para esta socialista ya todo ha pasado -ETA y sus asesinatos- y ahora todos a vivir en convivencia. Eso ha dicho, más o menos, en su discurso en el Parlamento navarro. Ha dado por hecho que la banda terrorista se disolvió hace un año y lleva unos cuantos años más sin matar. Ahí, ahí está el blanqueo, la miserable actitud de la candidata socialista a presidir Navarra.
No ha sido capaz de reconocer la socialista Chivite que si la banda asesina dejó de matar y se ha visto obligada a disolverse lo fue por la actuación de las Fuerzas del Orden y Seguridad del Estado -Guardia Civil y Policía Nacional, que no de la policía autónoma vasca- y de la Justicia. No le quedaba otro remedio. La banda estaba acorralada, asfixiada.
Aunque, en realidad, su disolución como tal es una falsedad. Tampoco hizo referencia laChivite a que la banda no colabora con la Justicia para esclarecer más de trescientos asesinatos de los que se desconoce su autoría personal, ni que a sus integrantes estuvieran arrepentidos y, ni mucho menos, mostraran su arrepentimiento por sus crueldades o que pidieran perdón a las víctimas.
De todo ello se desprende que en el denominado "pacto e la vergüenza", laPesoé no tiene memoria histórica alguna de la violencia reciente, la que terminó con muchas vidas de sus propios compañeros socialistas. Esto les da igual a los socialistas seguidores acérrimos de Sánchez, que ya hizo lo mismo -aceptando los votos de los etarras- en su propia investidura en la moción de censura contra Rajoy.
La consecuencia, evidente: Sánchez hará lo que sea necesario y pactará hasta con el mismo diablo -los terroristas lo son- con tal de lograr permanecer como inquilino de La Moncloa. La su Begoñita lo exige. Así, n septiembre, escribirá un nuevo capítulo o más bien se escribirá solo, porque, tras lo visto, Sánchez no sabe ni escribir: le escribieron "su" libro de blanqueamiento y le escribieron su tesis, porque la copió.
Pero él no ceja. Sánchez volverá por sus fueros. De hecho, ya ha logrado la división en entre las Unidas/Unidos, hasta el punto de que los de Izquierda Unida, del comunista Garzón, y los Anticapitalistas -desfasados de la Historia- ya están exigiendo al egocéntrico elPabloManué que pacte con Sánchez un Gobierno de intenciones, es decir programático, aunque laMontera se quede sin vicepresidencia. Después de agosto se verán los resultados de los pactos secretos.
Entre tanto, el candidato Sánchez está exigiendo a los peperos y ciudadanos que se abstengan en la votación de investidura. Más cara, después del pacto de la vergüenza, no se puede exhibir, y en público, sin rubor.

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