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lunes, 5 de agosto de 2019

La chulería insoportable de los violadores

Hombre, que tampoco es eso. Vamos a ver. El que el juez los haya dejado libres a cuatro de los seis acusados de violar a una joven en Bilbao, no es para que estos salgan de los juzgados con chulería, bailando y carcajeándose y provocando. Porque libres libres, lo que se dice libres no están, porque tienen cargos y la obligación de presentarse todos los días, todos, en los juzgados. Después de perpetrar una, eso dicen, agresión sexual, la rematan pitorreándose del prójimo, de la agredida y de la sociedad en general. Provocando. Independientemente de que sean magrebíes o no, a eso tampoco hay derecho.
La sociedad bilbaína se ha mostrado escandalizada por la puesta en libertad de estos cuatro miembros de la ya denominada "manada de Bilbao". Consideran que si los seis participaron en la agresión a la joven, los seis deberían estar en prisión, y no tan solo dos.
La Federación de Asociaciones vecinales de Bilbao estiman, igualmente, que la víctima está expuesta cruzarse con sus agresores por las calles de la ciudad. Se muestra totalmente contraria la Federación con el juez, que no ha enviado a los seis agresores a prisión, que tienen una edad entre los 18 y los 36 años. Que ya les vale, seis tipejos seis, comprendidos entre esa edades, para atacar a una joven de dieciocho años. Porque aquí, además, se agrava el caso, ya que la joven había quedado con uno de los agresores a través de internet en un parque. A la cita acudieron los seis, con una premeditación total. Cuando la joven se dio cuenta de la encerrona, ya era tarde. No le dio tiempo a huir.
El malestar y la indignación están justificados entre el vecindario bilbaíno, donde existe, además, el temor de que la víctima pueda cruzarse por las calles de Bilbao con sus agresores. Cuatro de ellos están en libertad.
Hace bien la Federación en mostrar su indignación. Como debería mostrarla cuando se celebran los homenajes a los excarcelados etarras. Las víctimas de estos asesinos -los familiares- se van a encontrar con ellos por las calles de todas las provincias vascas. También debería la Federación protestar por la celebración de los actos de homenaje a los etarras.
Todavía tiene tiempo de rectificar la Federación y pedir la prohibición de los homenajes. Según el etarras Otejjji, elGordo, todavía veremos doscientos cincuenta homenajes más, a sumar a los ciento setenta y siete celebrados ya desde que el socialista Sánchez tomó el poder tras la moción de censura a Rajoy.
Los dos últimos homenajes celebrados con cohetes y fiesta fueron los del sanguinario Baldo, en Hernani, y el de uno de los secuestradores de Ortega Lara, en Oñate. La policía autonómica vasca no presentó ninguna denuncia, porque no vio en estos actos delito de exaltación del terrorismo. La policía vasca está a las órdenes de Gobierno de allí. Pero como si no. Hasta el parlamentario portavoz de laPeNeuve, Aitor Esteban, solo se le ocurrió la gilipollez de decir que estos homenajes hacían mal "ético" a las víctimas. Ya ven. Este ni entiende ni sabe de ética. Este es de laPeNeuve, de los que siempre traicionan.

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