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jueves, 12 de septiembre de 2019

Bestial bofetada de la nata

Si se pensaban que los dos individuos que hicieron sonar el himno de España durante la ofrenda floral del nazi xenófobo presidente de la Generalidad catalana se iban a ir de rositas se equivocan. Estuvieron raudos y rápidos los Mocetes de la Escuadra para detectar de dónde procedían los sones del himno español. Del balcón de un hotel cercano al lugar de la ofrenda. Era tal el sonido que eclipsaba el cántico de Los Segadores entonado por parte de la comitiva oficial independentista. Los de la Escuadra, la policía de los independentistas, identificaron a los dos autores de los hechos.
De momento no los detuvieron, pero es muy posible que los denuncien por desórdenes públicos. Ya lo ven. Cuando los secesionistas queman banderas de España o retratos del Rey, a lo más que llegan  los Mocetes de la Escuadra es a observar los hechos y esperar a que termine el espectáculo. Sin más.
De hecho, los pacíficos y demócratas independentistas trataron de cercar y asaltar en el Día de la comunidad catalana el Parlamento de aquella comunidad autónoma. Insistieron en ello en varias ocasiones, pero se lo impidieron los de la Escuadra, que no se libraron de pedradas y agresiones por parte de los independentistas, que son, como ya digo, pacíficos y demócratas. Ni una sola identificación, ni una sola detención, ni una sola denuncia por parte de los Mocetes, la policía de los secesionistas.
Tampoco realizaron detención alguna ni identificación los Mocetes cuando estos pacíficos y demócratas independentistas, todos como manadas, apedrearon y agredieron a periodistas y cámaras de Antena 3  -no confundir con TV3, la emisora oficial catalana, secesionista, por tanto- y de la Televisión Española. Ni identificaciones, ni denuncias. Allí no ha pasado nada. Sí, sin embargo, cuando sonó el himno nacional de España, que, no obstante, se tuvieron que tragar el neandertal presidente catalán y todo su séquito de independentistas.
Como hoy se ha tenido que aguantar las acusaciones de "traidor" y "vago" que Ayuso ha dirigido contra Íñigo Errejón, el líder de Más Madrid, el expodemita que tanto tiene que agradecerle a Pablo Iglesias, podemita de la extrema izquierda. Errejón denunció recientemente ante la Fiscalía Anticorrupción a AvalMadrid por un crédito concedido a una empresa del papá de la presidenta pepera de la Comunidad madrileña.
Ayuso lo calificó de traidor por razones obvias y de vago, porque lo único que hace es "emponzoñar", porque "no asimila que no ha logrado formar Gobierno en Madrid".
Se olvidó Ayuso de que Errejón fue aquel que se llevó una beca de varios miles de euros de la Universidad de Málaga para realizar un trabajo de investigación científica. El trabajo de Errejón nunca ha visto la luz. Lo que sí es cierto es que cobró el dinero del que tampoco se volvió a saber. ¡Espabilado el nene!
Así que esa bofetada recibió el expodemita y exbecario por parte de la presidenta Ayuso. Bofetada que no tiene nada que ver con la recibida físicamente por una estudiante de un colegio mayor de la Complutense. Bofetada bestial, que se ha hecho viral. La moda de la bofetada con nata. Otro estudiante se llena la mano de nata, que planta en la cara de la novata. Ha sido tal la violencia de la novatada que, de momento, los dos autores de la misma han sido expulsados durante quince días del colegio. Pero, no se va a parar ahí, probablemente, el castigo por la brutal agresión, porque parece que las autoridades académicas van a estudiar el caso. Como debe ser.

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