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miércoles, 18 de septiembre de 2019

El diablo es él

Ahí lo tienen, el machote, solo ante el peligro. Más que nunca, elPedroQué? ha utilizado el Congreso de los Diputados para continuar con la campaña electoral, que inició anoche en La Moncloa. Mandobles a diestro y siniestro: Iglesias, un "dogmático"; Rivera, un "irresponsable; y, Casado, "sin sentido de Estado". Todos, culpables. Han atascado la legislatura, menos él. ¡Qué desfachatez! ¡Qué cara dura! Por si fuera poco, hasta con la ciudadanía se ha atrevido el pavo. El pueblo tiene que votar mejor, darle más poder, para que nadie le pare el carro. 
Quizá, acaso, "elchúpamelamingadominga" tenga razón. Es ese que iba por la autopista en sentido contrario y se justificaba en que eran los demás los que circulaban al revés. El podemita Echenique, de extrema izquierda, como su líder elPabloManué, se pitorreaba así del líder de laPesoé. No ha gustado nada de nada a los simpatizantes y fieles del socialista el chiste del podemita. Porque no terminan de saber si quiere insinuar que Sánchez está beodo o si es que está tonto. O las dos cosas a la vez.
En fin, que así están las cosas. Lo mismo que hace más de cinco meses. Un Congreso de Diputados, con el aforo completo, pero sin producir. Manga por hombro. Cada cual arrimando el ascua a su sardina, para que se le ase mejor.
Ahora, que los otros -sobre todo peperos y podemitas, incluso independentistas- no se han quedado para atrás en sus apreciaciones sobre el socialista. Casado, como el que no hace la cosa, lo ha acusado de "jugar con los españoles" y de incapaz, porque "quien no es capaz de gestionar su investidura no es capaz de gestionar España". La podemita Belarra se ha mostrado "estupefacta y enfadada", porque laPesoé "ha perdido el tiempo sin negociar nada".
El republicano nacionalista-secesionista, que se conoce que ya se veía en los mítines electorales, ha tenido la desvergüenza de exponer en pleno Congreso de los Diputados que su proyecto para España era recuperar la justicia social, la lucha contra la corrupción y la apuesta por la convivencia dentro de la Constitución. Eso dijo, sí, majos, el independentista. A este sí que le falta un hervor o está realmente beodo.
El republicano separatista se lo dejó a huevo a Sánchez, que aprovechó para continuar haciendo campaña. Advirtió al republicano que como sigan por el camino de la desobediencia y de la independencia no iba a dudar en aplicar el 155, artículo de la Constitución que apoyó -presumió- estando en la oposición.
Se ve que Sánchez está contento de ir de nuevo a unas elecciones generales. Está convencido de que las va a ganar, con creces, y para entonces no va a necesitar de ninguna alianza, de ninguna negociación, de ningún apoyo. Pero claro, no cuenta Sánchez con que el voto es secreto y personal y que las elecciones las puede cargar el diablo, como le han advertido los de laPepé. Lo que sucede es que los de laPepé no se han dado cuenta de que el diablo es él, aunque, a la vez, él es el problema. Pero, además, es que no lo sabe.

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