El miedo en el cuerpo

Bueno, bueno. Pues resulta que el chico guapo es ahora más españolista que ninguno. Es de izquierdas el presidente en funciones del Gobierno, Sánchez, pero, ya digo, el más españolista. Dice que no le da vergüenza decirlo. Cierto, no es la primera vez. Ya lo escenificó en cierta ocasión con un cacho más que considerable bandera de España, acompañado de su Begoñita, la mujer de rojo. Pero luego se nos fue de fiesta con el nazi catalán, tratando de romper España. Ahora vuelve a lo dicho, y señala a los separatistas el camino del redil: dentro de él, todo; fuera, nada.

Ya ven: "Ahora, Gobierno. Ahora, España". Él es la izquierda, su partido, laPesoé, "es la izquierda, que no se avergüenza jamás de esa palabra que es España". ¡Báilalo, aunque más vale así! Aunque a este lo mismo le da Diego, que decir que donde dijo Diego dijo España. Y así comenzó elPedroQué? su campaña hacia el 10N, hacia La Moncloa, de donde no ha salido y en donde quiere permanecer per sécula seculorum. Amén.

Todo ello el día antes de uno de los días "Des", que se avecinan en Cataluña. El primero de octubre, segundo aniversario del referéndum ilegal del UnoaCero. ¡Caliente, caliente! Precisamente, coincidiendo con la dimisión del director general -cargo político- de los Mocetes de la Escuadra, que llevaba quince meses en el cargo. Y la próxima sentencia -se supone que condenatoria de los golpistas catalanes-, que quieren celebrar con una huelga general el día 11 algunos sindicatos , lógicamente independentistas.

Para Sánchez, un día inolvidable, por lo que se le pueda venir encima mañana mismo y porque ha vencido a Franco. El Supremo permite que se saquen los restos mortales del dictador de su tumba del Valle de los Caídos. Esta guerra con Franco se convirtió en un mano a mano entre ambos. Alguno la tenía que ganar. Solo que Franco está muerto. No es por nada.

Pues, ala, a la otra guerra. Al otro frente que tiene abierto Sánchez. El frente de Cataluña, donde se están enredando las cosas, y cada vez sabemos más de la conspiración que allí se preparaba y que ha desarticulado la Guardia Civil. Hasta el tato está implicado en el caso.

Pero, lo grave, gravísimo, es que todo gira en torno al terrorismo. Un plan hilarante y espeluznante. Los terroristas detenidos pretendían crear el caos en Cataluña a partir de mañana -segundo aniversario del UnoaCero- y durante el tiempo necesario hasta conocer la sentencia contra los golpistas. Los terroristas, aleccionados por los antiguos terroristas catalanes de Tierra Libre y los terroristas de ETA constituyen el brazo armado. Pero, a lo que se va descubriendo estarían apoyados por los de la Escuadra, los que ya traicionaron a España en el UnoaCero, y que siguen formando parte, increíblemente, de ese cuerpo armado.

Después estaría el brazo político, el encabezado por el nazi xenófobo presidente de la Generalidad, el guerracivilista que animaba a los de Cederrés a "apretar". Y tanto. Iba a facilitarles a los terroristas la toma del Parlamento catalán, como el que no hace la cosa, animado por su jefe, el cobarde y despreciable elPuchi, huido y refugiado en Waterlóo. Este, a su vez, se sirvió de una de sus hermanas para utilizarla como correa de transmisión entre los terroristas y él mismo y el nazi de la Generalidad. Y, por último, el papel determinante que ha jugado -y sigue- el Centro de Inteligencia de los mocetes.

El círculo conspiratorio se va cerrando, aunque todavía queda algún hueco. Pese a todo, nadie está actuando. Sánchez se limita a decir a los independistas y terroristas que cuidadín, pero ahí siguen todos, tal cual. Es de confiar, como ya decíamos ayer, que el juez de la Audiencia Nacional llame a declarar como imputado al nazi xenófobo, al que no estaría de más mandarlo a hacer compañía a los de Lledoners.