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martes, 3 de septiembre de 2019

Un país parado

Es que ya aburren. Sánchez y el podemita elPabloManué. El uno que ofrece, que enseña la zanahoria y que la retira y, el otro, que se siente humillado y ofendido. Ahora, la zanahoria de Sánchez es el proponerle al de la extrema izquierda puestos de responsabilidad, pero fuera del Gobierno, del Consejo de Ministros; mientras más lejos mejor. Es como darle puestos de trabajo para los sus allegados, una especie de puerta giratoria, que tanto odia el podemita. Y el otro, que lo sabe, va y se la planta. Como para no sentirse humillado.
Lo viene humillando Sánchez desde el primer momento en que el otro le pidió, o le exigió chulescamente, cargos en el Gobierno de España. Vamos crear un Gobierno dentro del otro. Menuda es Begoñita, como para permitirle a Sánchez compartir el poder y facilitarle al podemita moverse por Moncloa, igual que Pedro por su casa. Encima con tres lebreles. Que no, que no. O que sí. Ya dijo Sánchez antes de las vacaciones que el podemita y él llegarían a un acuerdo en el último minuto.
No se olviden. Harán el paripé de reunir a las dos partes negociadoras, el jueves, manteniéndose ellos dos al margen. Luego se reunirán ellos dos, haciendo un puro teatro, que bien que les gusta a ambos, rodeados, a ser posible, de cámaras, grabadoras y micrófonos. Todo ello, lleguen o no al un acuerdo final para la gobernabilidad del país. Pero lo cierto, ya digo, es que tienen al personal hasta el moño, mientras ellos juegan al escondite y mientras el país se "desangra", porque no funciona.
Si buenos están los de la izquierda, no se quedan para atrás los de la derecha. Con la imputación de las expresidentas de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y Cifuentes, los peperos entran en crisis, y nadie, oficialmente, se quiere liar en el "fregao". Los hay que meterían las manos en el fuego por ellas, pero. igualmente, los hay que no se acercarían tan siquiera a una cerilla ardiendo. Es que cualquiera. Visto lo visto.
El presidente gallego, Feijóo, defiende a ambas. Convencido está de que no se han llevado ni un euro para sus respectivas casas. También está con él, y con ellas, la "portavoza" pepera en el Congreso. Sin embargo Andrea Levi, de la Ejecutiva del partido y concejala en el ayuntamiento de Madrid, no se ha parado en barras: "Yo no meto la mano en el fuego por nadie". Así que al que Dios se la dé San Pedro se la bendiga.
Hay mucha gente -de dentro y de fuera del partido- que le tiene ganas a la expresidenta Aguirre, que siempre se ha mostrado supremacista -al menos eso aparentaba- y presumía de "limpieza" total en todas sus gestiones. La controvertida expresidenta -querida, cuando anunció que sufría un cáncer- y odiada, cuando se dio a la fuga de la policía municipal. Ahí se enfrenta a un calvario judicial. La expresidenta Cifuentes ya sabe de eso, con lo que pasó a causa de su tesis doctoral. 



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