El loco terrorista de la Generalidad

Ya ve, Sánchez, el caso que le hace el loco que está al frente de la Generalidad de Cataluña. Lo que diga Sánchez, lo que sentencien los tribunales, todo se lo pasa el nazi xenófobo por la entrepierna. Anima el de neardental a la violencia y acompaña a los manifestantes a cortar carreteras. Está de atar. Alguien tendrá que hacer algo. Sánchez ya ha dicho que, de momento, ni un dedo va a mover y que si ha de hacerlo será con mesura, con proporcionalidad y con la unidad de los partidos. Pero, ya digo, Sánchez se resiste a actuar, mientras el nazi se carcajea.

El presidente pepero, Casado, le ha pedido a Sánchez que aplique en Cataluña la ley de Seguridad Nacional y que aperciba al nazi, paso previo a la aplicación del 155. El ciudadano Rivera -al que hoy los separatistas le han zarandeado el coche, con él dentro, en Barcelona- le urge a Sánchez que vaya por delante con el 155; pero, ya. El de la extrema izquierda podemita, elPabloManué cree que no hay que aplicar nada. Bueno, lo de este elemento es ya bien sabido: está con los presos delincuentes condenados por el Supremo, está con sus familias, pero no con las familias de las víctimas de ETA. Él es amigo de ETA y los de ETA son amigos suyos. ¡Qué se puede esperar!

Así que como nadie hace nada, es decir, el Gobierno no aplica ninguna ley ni artículo constitucional contra los terroristas que tomaron el aeropuerto del Prat, el lunes, contra los que intentaron cercar, ayer, la delegación del Gobierno en Barcelona e hicieron arder la Ciudad Condal con más de ciento cincuenta hogueras, contra los que hoy mismo, mientras el mismísimo Sánchez ofrecía una rueda de prensa en La Moncloa para anunciar que no iba a hacer nada, volvían a incendiar barricadas y quemar coches frente a la consejería de Interior catalana, seguimos como estábamos, hasta las pelotas de todos esos delincuentes, que, como bien ha reconocido el presidente en funciones de España, "están perfectamente organizados".

Y a estas horas el nazi xenófobo continúa sin condenar estas acciones de violencia de los Cederrés, a los que pertenecen sus hijos y varios familiares más. Que no vale que le digan que basta ya. Está en su salsa, como un verdadero delincuente que es. Este tendría que estar a estas horas acompañando en prisión a los golpistas condenados y a los cuatro detenidos en los graves disturbios de ayer. Por el contrario sale a cortar carreteras y a animar a los indepes a que "aprieten".

Miren, por primera vez, después de que se dictó sentencia contra los golpistas por parte del Supremo, ha salido a piarla el presidente del tribunal, Marchena, a pedir disculpas por las filtraciones días antes de que se conociera la sentencia. A estas alturas, ni nos va ni nos viene. Ni nos importa. Lo que nos preocupa es por qué el tribunal no hizo caso a los fiscales, al juez instructor de la causa, Llarena, y por qué se hizo de menos al Rey, al que tan efusivamente saludó el día de la Fiesta Nacional. La filtración ya no tiene importancia. Sí la tiene, y cada vez más, la condena por sedición y no por rebelión. Claro, es verdad, no hubo violencia, como tampoco la hay ahora en Cataluña. No es que no vea el que no quiere ver, sino el que no se limpia las gafas.