La preparación del Golpe

Mírenlo, ni buen mozo ni bien “hablao”. Él será gilipollas, pero que no piense que los demás somos tontos. Para tontos, él, que pone el ojo donde pone la bala. ¡No te fastidia! El Padre Santo de los indepes. Oriol Yunqueras dice ahora que nos metamos el indulto por donde nos quepa. Bien sabe el pollo que va a pasar las navidades en casa y que, mientras tanto, Lledoners es Lledoners, no una prisión para él y todos los golpistas que lo acompañan. Viven todos allí de a gratis, con todas las comodidades, con funcionarios sumisos y pueden recibir cuantas visitas les venga en gana y cuando quieran.

En la prisión manda un loco de los suyos. Las llaves de entrada y salida las tiene el nazi xenófobo presidente de la Generalidad catalana,  que se las pasó en mano, muy amablemente,  el Tribunal Supremo, encabezado por el juez Marchena. Así que en menos de un suspiro todos a la calle, que los indepes ya hicieron el ensayo general con el primogénito del muy exhonorable Yordi Pujjjol. Y les salió muy bien. Y nadie dijo nada en contra.

Fíjense si están seguros los golpistas de que van a salir en breves, como para no necesitar un indulto o una amnistía, que ya el Parlamento catalán vuelve a hacer de las suyas: han vuelto a iniciar lo que ellos llaman el proceso, que no es otra cosa que un próximo Golpe de Estado. Están desafiando de nuevo los indepes al Tribunal Constitucional, peeo a que los letrados del Parlamento le han hecho llegar al presidente, un tal Torrente –el brazo torcido de la Ley- y a la Mesa que lo que están haciendo está mal, pero que muy mal y que no debe hacerse.

Pero a estos indepes les da igual. Siempre se pasan por la entrepierna los dictámenes de los tribunales. Ya adelantaron en la misma Sala II del Tribunal Supremo que lo volverían a hacer, y, ya ven, ya han iniciado el hacerlo. Hasta el Torrente, imitando a su predecesora Forcadel –que está en prisión, la que siempre gritaba que viva la República, pero que no sabía, la muy imbécil, que la República no existe- ha asumido toda la responsabilidad por y para continuar por el camino de la perdición. Es tan tonto él, que acabará entre barrotes. Siempre y cuando los del Tribunal Constitucional hagan efectivas sus advertencias, que las ha hecho, al presidente de la Cámara regional y la Mesa de la misma.

Pero como ya dijeron que lo volverían hacer, los indepes presos marcan camino y los otros, como tontos, los siguen a ojos ciegas. Porque, no vean, cómo estaba de herido en el alma el guerracivilista presidente catalán. Ha llamado por teléfono cuatrovecescuatro al presidente del Gobierno de España y este no se le ha puesto. Ni tan siquiera lo visitó cuando viajó recientemente a Cataluña. ¡Solo nos faltaba! El loco este exige una reunión, sin condiciones previas para dialogar, pero sigue apoyando a los salvajes indepes que destrozan las ciudades catalanas, que están acabando con el turismo, que han provocado pérdidas por más de tres millones de euros en sus actos de rebeldía vandálica y, lo peor, son culpables de que centenares de personas hayan resultado heridas, algunas de gravedad.

Sin embargo, el “trastornao” este sigue insistiendo en que los independistas son pacíficos y demócratas. Pues, menos mal, si no terminan con toda la población que no comulga con sus ideas, a hostias