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sábado, 26 de octubre de 2019

Los cobardicas hombres de la vara


Los tipejos de las varas se volvieron a juntar de nuevo, y de nuevo lo volvieron a hacer en la guarida donde se resguardan con el loco presidente de la Generalidad catalana. Son los mismos de siempre, como lo fueron los de la manifestación vespertina: todos los que comen del régimen catalán. Pero ojo, unos cuantos de cientos de miles menos. Porque fueron más de cien mil los que en esta ocasión no quisieron pasar el ridículo que cada vez más es más amplio por parte de los independentistas. Trescientas cincuenta mil manifestantes en total.
Teniendo en cuenta que las cifras son siempre de la Guardia Urbana, la guardia de la podemita laPescadera, alcaldesa de Barcelona, y que siempre engañan en manifestaciones de este tipo inflando la afluencia, ya me dirán. Ellos solitos han rebajado considerablemente el número de manifestantes en relación a la anterior cita de los indepes, así que, se pueden suponer, ni tan siquiera trescientos cincuenta mil asistentes. Pero, lógico, no es de extrañar, llevando en la cabecera a los impresentables presidentes, el de la Generalidad, el nazi y xenófobo, y al presidente del Parlamento catalán, el brazo torcido de los indepes, el cobarde, que iba a por todas, como laForcadell, y se quedó en el camino. ¡Impresentables, los dos! ¡Impresentables los manifestantes!
Para mañana, la Guardia Urbana ya tendrá preparada la cifra de los manifestantes constitucionalistas. Es igual, mentira. Cuando es más que probable que se supere con creces la de los separatas. A ver cómo se resuelve la papeleta, porque los de Abascal van a participar también. No abrirán con los de la pancarta, pero allí estarán; al menos eso dicen los de Vox.
Fuerza están cogiendo los de Vox, que esta misma mañana al logrado llenar la Plaza de Colón, en Madrid, con más de veinte mil personas. Ellos solos, como destacan ellos mismos, que lucieron la mayor bandera de España jamás vista: tan grande como una piscina olímpica. Ya la quisiera Sánchez para sí cuando se envuelve en la enseña española para darse baños de multitudes. Con la bandera que lucía Vox, hasta se podía bañar en la piscina.
También por la mañana el neandertal presidente de la comunidad española catalana ofrecía su baño de alcaldes indepes, los tíos cobardes de la vara. Verdadera apología terrorista del nazi. Como para entrar en prisión directamente. Una cosa sí que dijo el guerracivilista con toda la razón del mundo -y cuando tiene razón hay que dársela-, que fue el considerar la sentencia del Supremo contra los golpistas catalanes una ridiculez. En efecto, entre todas las condenas no suman ni cien años, cuando en realidad deberían haber sido el doble. No lo sabía el pendejo, pero reconoció que el Supremo -presidido por el juez Marchena, el que engañó a todos, con vistas a un próximo ascenso- les había hecho un regalito a los indepes, un regalo de cien años menos de prisión. Por cierto, laPescadera no acudió a la concentración de la Generalidad. ¡Es muy zorra ella!
Igualmente, hay que darle la razón -y sin que sirva de precedente- a laViceCalvo, cuando "razonaba" que no hablaba con el loco de la Generalidad sobre la "autodeterminación", porque eso "no existe". Menos mal, que se ha dado cuenta. Porque eso ya se lo lo dijo un antidisturbio de los mocetes a una agilipollao guarda bosques o guarda forestal, que se manifestaba con el uniforme de su trabajo: ¡La república no existe, imbécil!
La que da pena, penita, pena es la ministra de las Justicias, la notaria mayor del Reino. la que daba fe y levantaba acta de la reinhumación de Franco, desde que fue sacado de su tumba en el Valle de los Caídos hasta que fue "alojado" en el cementerio de Mingorrubio, en El Prado. Quiere Dolores Delgado una ley contra la apología del Franquismo. También podía pedir otra contra la apología del independentismo. En Alemania tienen ya, hace años, algo parecido. Puede copiar.

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