Menudo zasca en
todos los morros –por bocazas- le cascó al podemita de la extrema izquierda, el
que llaman de la extrema derecha de Vox.
Le dijo Abascal –en pleno directo,
en pleno debate electoral de “los cinco”- al amigo de los etarras, fiel
seguidor de régimen venezolano y subvencionado del régimen de Irán- donde cuelgan de las grúas a los
homosexuales- que él se jugaba la vida en las Vascongadas, amenazado por ETA,
mientras él se divertís e las tabernas etarras. Fue un zasca que dejó
patidifuso al podemita, con cara desencajada.
Pero, pasados
los minutos, se recompuso el de la ultraizquierda; más que nada, porque le da
igual. Se la suda. No por ello va a dejar de ser amigo de Otejjji, elGordo, el
etarra. Él solo tenía una tarea en el debate: forzar a Sánchez a que dijera que sí, que pactaría con Unidad/Unidos/Podemos
tras las elecciones del 10N. No lo
logró el podemita. Y miren que se lo pidió veces. Aburría. Y daba grima verlo
insistir, suplicar, hasta humillarse. Quiere, de todas todas, ser ministro.
Ahora, como sea, de lo que sea.
Sánchez, sin
embargo, lo ignoraba. Bueno, como ignoraba todo y a todos. El de laPesoé llevaba sus notas escritas y le
daba igual que le dijeran, que le preguntaran o que lo acusaran. Él a lo suyo,
que fue ahí, a “El Debate”, porque
no le quedó otro remedio, y ya de estar, pues a decir lo que le era
conveniente, cuando no a interrumpir con el “erre que erre” de mal educado.
Suerte tuvo
Sánchez, porque ha sido hoy y no ayer -¡qué causalidad!-, cuando se han
conocido las cifras del paro del mes de octubre. Nada más y nada menos que
97.948 desempleados más, la peor cifra correspondiente a este período desde
2012. Si esto lo llegan a saber los demás “combatientes” se lo comen. Así y
todo, Sánchez mintió cuando el pepero Casado
le preguntó por cuántos puestos de trabajo había creado laPesoé desde que estaba en el Gobierno,
a lo que Sánchez, ni corto ni perezoso, los cifro en medio millón. Como el que
no quiere la cosa: medio millón. Rotundo fue –engañó-, cuando la cifra real son
cien mil puestos menos. Que del dicho al hecho va un trecho.
A todo esto, por
allí andaba el ciudadano Rivera, que más debía estar pensando en su perro Lucas –más famoso ya, o al menos tanto,
como elPupas-, porque no despegó lo
suficiente como para que recupere votos, que, según todas las encuestas, ha
perdido y que pueden colocar a su partido como el quinto de la parrilla, por
detrás de los podemitas de elPabloManué
y a este por detrás de los Voxeros
de Abascal.
El que puede que
haya recuperado el tiempo perdido, pese a haber incluido a Rajoy en la campaña, es el pepero Pablo Abascal, que, pese a Sánchez, sigue siendo el mismo con o sin
barba. Las preguntas que le lanzó a Sánchez en todo el rostro y que quedaron
sin respuesta lo han encumbrado al pepero. Porque Sánchez se arrugó y no dijo, ante
todo el país, si después de las elecciones pactaría o no con los partidos independentistas
catalanes. Ese silencio de Sánchez, como otros muchos, pero en particular ese,
le puede costar al presidente en funciones un gran disgusto, traducido en una
merma de votos o en un aumento de la abstención que le perjudique.
El que anda llorando
por los rincones, y eso que, afortunadamente, no participo en “El Debate”, es
el impresentable independentista vasco de laPeneuve,
Aítor Esteban, portavoz de su
partido en el Congreso. No entiende
que ni los peperos ni los ciudadanos se hayan mostrado en contra de Abascal,
cuando este se mostró partidario de ilegalizar a todos los partidos
nacionalistas. Ya se lo había dicho el sábado Smith en un programa de laSexta: “Si podemos os ilegalizamos a
los del PNV”. Luego fue cuando el
vasco le hizo la cobra al de Vox. Y se extraña el vasco. No creo que estén muy contentos
con ellos los de laPepé, después de la traición que le hicieron a Rajoy y que
le sirvió a Sánchez para llegar a La
Moncloa. A los Ciudadanos, en
este caso, mire el de la cobra, se la suda, que bastante tienen ya ellos con lo
suyo.
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