El nazi se caga en España

Facilísimo lo tiene el tribunal para dictar sentencia, y mientras más rápido mejor. El nazi xenófobo presidente de la Generalidad catalana declaró en juicio que sí desobedeció a la Junta Electoral Central y no retiró en tiempo y forma una pancarta y un lazo amarillo enormes del balcón principal de la Generalidad. ¡Pues eso! Así se las ponían a Felipe II. La sentencia, con un par de días de reflexión por parte del tribunal que ayer juzgó al neandertal, puede estar más que lista. No vemos objeción para que pueda tardar un año, o más como sucedió con la inhabilitación de Arturo Mas.

Si aquí lo que importa es que se inhabilite -o no- a este verdadero animal de bellotas. Claro, es que el día anterior de acudir al Tribunal se vanagloriaba de que iba a decir a los jueces que había comido butifarra con alubias, "un plato contundente". Lo que traducido quería decir que se cagaba en el tribunal y en el Estado español. Lo que habría que saber es si para comer la butifarra -con la que el marido de la presentadora Susana Griso amenazó a Sánchez con metérsela por el agujero rectal, o sea por el culo: ni buen mozo ni bien "hablao"- y las alubias utilizó cubierto o se las trasquiló con el morro.

El tribunal que lo juzgó tiene la obligación profesional y moral de dictar sentencia -condenatoria o absolutoria- en breves. No puede, ya digo, demorarla como hizo con Arturo Mas o como demoró la suya durante meses el tribunal que juzgó a los delincuentes golpistas, tribunal presidido por el juez que engañó a sirios y troyanos, el juez Marchena.

No puede el tribunal dar pie a que los ciudadanos consideremos que la Justicia no funciona, o, ya de puestos, que es una mierda. Lo importante, si la sentencia es condenatoria, es que se retire a este mastuerzo de la Generalidad -cuanto antes y mientras más tiempo mejor-, lo de menos es la indemnización que tuviera que pagar, porque, al fin y a la postre, lo haría con dinero de todos los ciudadanos o de la "caja" de resistencia, con la que se paga el exilio dorado de elPuchi, en Bélgica, que, igualmente, es de todos los ciudadanos, como demuestran las investigaciones policiales; dinero procedente de la Diputación de Barcelona, desviado de subvenciones a proyectos de ayuda internacionales. ¡Menuda caja para el sustento de chorizos!

Como chorizo se puede calificar al abogado del nazi, quien ante el argumento del fiscal de que el lazo amarillo no era representativo de todos los catalanes y había que quitarlo del balcón de la Generalidad, replicó que tampoco la foto del Rey es del agrado de todos y, sin embargo, presidía la sala del juicio. Ante semejante argumento de la defensa, se pueden dar cuenta de qué posibilidades tiene el nazi de salir absuelto. Los hay tontos de nacimiento, aunque algunos se lo trabajan durante toda su vida, que la viven como "atontaos", aunque se crean que no tiene ni un pelo de tontos y, sin embargo, son unos verdaderos gilipollas.

De lo que no hay duda es de que los que rigen los destinos de los catalanes algo de eso tienen, de tontuna, y otros de chorizos, que por eso están en la cárcel. Entre los unos y los otros están llevando a esa región autónoma española al caos. Después de las cinco mil empresas que se han marchado ya de allí, una de las más importantes, y que permanece de momento, SEAT, ya ha amenazado con marcharse; porque, eso ya no se puede soportar. Hay muchísimos lugares en España donde sería bien recibida; lo peor es que, lo más probable, se la lleven a otro país europeo.